Chicas ‘pretty’ en Tailandia: la ‘mujer florero’ convertida en oficio

Chicas pretty tailandesas en motorshow

Nada logra que la mirada de Joy cambie en su rostro. Enfundada en su apretado traje de licra, mientras promociona el último potingue de Chanel, dedica la misma mirada a esas jóvenes que la observan con envidia como a aquellos adolescentes con justificados granos en la cara -y no de comer chocolate- que la fotografían con su teléfono móvil.

Y ella no mueve ni un músculo de su cara, pase lo que pase. Porque es una pretty. O quizás tampoco se mueva su cara por todo el bótox que lleva encima, pero eso le da igual. Tener expresividad es lo que a ella menos le importa.

En su interior, Joy sonríe. Siente que ha logrado ser lo que miles de chicas en Tailandia sólo pueden soñar. Que los demás la miren y sepan que trabaja de pretty. Lo que en nuestra casa nos gustaba llamar mujer florero, aquella que sólo sirve para hacer bonito. Pero es que en Tailandia hacer de florero es una de las  profesiones más deseadas por buena parte de la juventud.

Una pretty necesita una cualidad básica. Ser muy guapa. Y claro, guapa al estilo tailandés, que significa ser muy blanca, delgada, estilizada y con una cara perfilada de ojos grandes y nariz occidentalizada. Sin duda, no lo más habitual que hay por la calle, aunque el bisturí y el bótox pueden hacer maravillas llegado el caso.

El fenómeno de las chicas pretty es algo que se ve de forma particular en toda Asia, pero que en Tailandia alcanza un punto casi cómico. Porque muchas jóvenes desearían ser una de ellas y ganar dinero sólo por ser hermosas, además de ser señaladas como eso, hermosas. Aunque tengan la misma corta esperanza de futuro profesional que los futbolistas. Sin su dinero, claro.

 

¿Qué son las ‘pretty’ de Bangkok y Tailandia?

 

Chica pretty tailandesa muestra de motos

Que no falte una pretty junto a cada moto en un evento comercial de las dos ruedas. Ella no sabe qué moto es esa ni conducir un scooter, pero hace bonito.

Las pretty llegan al éxito como los futbolistas. Algún ojeador las cala cuando aún son jovencitas o ellas mismas, animadas por los demás, van a alguna prueba y demuestran sus dotes. Igual que los futbolistas, tienen una fecha de caducidad que suele estar pasados los 30 años.

Chica pretty en TailandiaCuando nuestras bellas y guapas chicas tienen sobre los 20 años, arranca su carrera profesional. No son modelos. Pero casi. Son floreros. Igual que tu madre compraba su jarrón y lo ponía en casa para hacer bonito, cualquiera en Tailandia puede contratar a un ejército de pretties para que hagan bonito.

Suelen ser llamadas para posar frente a una moto. O un coche. También en stands de cosmética. A veces para lucir con ropa haciendo de maniquí. Pero ni venden motos, ni ofrecen claves de maquillaje como tampoco te asesoran con la moda. Para eso hay otros trabajadores. Ellas sólo están para aportar belleza. Para hacer bonito. Lo que en Tailandia gustan llamar “estar trabajando de pretty.

Y ya sé que en los típicos salones de automóviles de Europa también tenemos modelos que posan haciendo lo mismo frente a un coche. Pero no hay una profesión que se llame hacer de guapa y que dé salida a un montón de chicas. Como no tenemos chicas haciendo de florero en cada esquina.

 

El objeto de deseo y un objetivo para ellas

 

Pretty en muestra de Subaru

Nada mejor que la pose sensual y desinteresada para hacer de florero. Foto: carbuzz.com

Para bien o para mal, las pretties tienen un estatus y muy elevado. ¿Por qué? Pues porque Asia está muy lejos de nuestra cultura. Vale, a todos nos gusta vacilar de macizorra a nuestro lado, pero de momento no llegamos a decir que una muchacha que se dedica a lucir palmito es eso que deseas ser en la vida. O quizás es que aquí la sociedad no lo permite.

Pretty en muestra de Subaru

“Voy a estar apoyando culo en este coche todo el día, pero el vestido me lo llevo a casa”.

En Tailandia, en cambio, a las pretties se las mira con envidia. “¿Has visto esa chica? Es tan guapa que puede trabajar de pretty“, te dirán tus amigas tailandesas cuando vean a una de ellas en el centro comercial. “Ojalá pudiera yo también”, con esa frase ya te hacen mirarla con horror. Sobre todo cuando tu amiga tiene dos carreras en buenas universidades y un trabajo que le da un sustento mucho mejor que el de cualquier pretty.

Pero no es el salario de mujer florero lo que anhelan. Porque el salario está bien para las que van sólo a poner el tipito. Pero tampoco para tirar cohetes. Suelen llevarse unos 100 euros por día de poner la cara -y el cuerpo-, aunque dicha cantidad puede variar un poco. Teniendo en cuenta que algunas se pegan sesiones maratonianas, pueden irse a sueldos de los buenos en España.

Pero no es sólo eso. Es el poder vestir marcas internacionales e ir invitadas a promocionar eventos de lujo. En un país donde las chicas que ganan 500 euros al mes se gastan más de 500 euros a plazos en un bolso para poder aparentar lo que no son, lo de poder llevar marcas gratis es casi un sueño húmedo regado con gotas de Chanel Número 5.

El problema, claro, es cuando los años pasan. Como con los futbolistas. Un buen día, la piel no es tan tersa como antes. El gimnasio no quema la grasa de igual forma. Y empiezan a llamar menos las agencias y a escasear los clientes.

Antes de que eso ocurra, estas mujeres florero ya adecentaron su florero con sendas visitas al quirófano. Operaciones de redondeo de ojos y occidentalización de la nariz son casi obligatorias en este negocio. Luego llega el bótox para afinar la barbilla y estilizarla en forma de V. También para eliminar arrugas, a costa de perder expresividad. Pero ellas no son actrices, sino floreros. No viven de sus expresiones, sino de su belleza sin mover la boca.

Y si bien, con los 30 acecha esa caducidad. Lo de vivir de rentas como los futbolistas no podrá ser, ya que para esa época el dinero se ha ido en rinoplastias. Es el peor momento para una pretty.

 

El precio de ser ‘pretty’ en el país de las sonrisas

 

Pretty tailandesa muerta por cirugía en Bangkok

Athitiya Eiamyae, Kratae, falleció por una operación con la que esperaba mantener su trabajo de pretty. Foto: BBC

La cara más sucia del mundo de las pretties es cuando sus servicios dejan de ser demandados. El día en que las llamadas bajan y empiezan a caer en el anonimato. Acostumbradas a ganar unas sumas importantes de dinero que ya nunca más llegarán, y sin posibilidades de ejercer otras profesiones.

Eso es lo que le ocurrió a Athitiya Eiamyae, conocida como Kratae. A sus 32 años, no estaba dispuesta a que el paso del tiempo le arrebatase su forma de ganarse la vida. Y tras haber invertido miles y miles de euros durante los cinco años anteriores en blanqueamientos de piel, rinoplastias, reducciones de mandíbula, un aumento de pecho y otros ajustes, quiso dar un paso más.

Para ser perfecta, Kratae quiso aumentar sus caderas para combinar con sus pechos operados. Pero es una operación de 2.000 euros, y optó por contratar a un médico ilegal sin licencia que se había ganado su reputación operando a ladyboys. Le hizo un precio a a mil euros, pero al inyectarle silicona topó con una vena, por donde el tóxico corrió hasta los pulmones y cortó la respiración de Kratae. Falleció allí mismo.

La sonrisa de las pretties en Tailandia cuando las ves junto al último teléfono de moda es artificial. Hay demasiadas chicas y la competencia es feroz. Ellas mismas dicen que no pueden conseguir un trabajo si no están operadas, porque hay tantas que han pasado por el quirófano que juegan con demasiada ventaja.

Y sin embargo, muchas de las muchachas tailandesas siguen mirando con admiración a las pretties. Las mismas que observan con deseo los catálogos de las clínicas de cirugía estética. Porque quizás Corea será el país donde más jóvenes recurren al bisturí. Pero Tailandia ya está en segundo lugar, y con precios a veces irrisorios, como los menos de 50 euros que cuesta ponerse bótox.

 

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5 comentarios

  1. victor dice:

    Solo decirte, que con buenas ofertas puedes conseguir 50 unidades de botox por menos de 50€, en clínica.

  2. Mayra dice:

    Uy y yo que pensé que eso sólo pasaba en América Latina. Sorpresas que me llevo en este lado del mundo

  3. Aaron dice:

    En un país donde las chicas que ganan 500 euros al mes se gastan más de 500 euros a plazos en un bolso para poder aparentar lo que no son. Y entonces como carajos hacen para comprarse eso, se van a los bares gogo también……. jejejeje

  4. Juan dice:

    Lastimosamente eso está cambiando y en Tailandia verás cada vez mas ladyboys compitiendo con las pretty o floreros por recogerte las babas.

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