El golpe de Estado en Tailandia

Golpe de estado en Tailandia

Un turista disfruta haciéndose la foto de sus vacaciones en un vehículo militar. Cosas de la ley marcial.

Cuando empecé a escribir por estas páginas me prometí a mí mismo no hablar de política. No es el lugar, vamos. Pero las circunstancias han cambiado, y creo que tener un golpe de Estado en Tailandia es motivo más que suficiente para dejar a un lado toda convicción. Sobre todo teniendo en cuenta la incertidumbre que hay respecto a esta situación al otro lado del planeta.

No es ninguna sorpresa este golpe de Estado. Es más, desde finales del pasado año muchos lo veíamos venir. La historia de Tailandia está plagada de actuaciones militares. No en vano, el Reino de Siam es el país que más alzamientos militares ha tenido en democracia.

Porque no es la paciencia algo que defina a los militares tailandeses. Cuando algún conflicto arraiga en el país, ahí están ellos para poner paz. Les encanta lo de resetear el país. Hasta ayer, el reino de Siam había sufrido 18 golpes de Estado en democracia. El de ayer fue el decimonoveno.

Los motivos del actual levantamiento han dado mucho de qué hablar. Pero quizás el germen del presente golpe lo podemos encontrar precisamente en la anterior intervención del ejército, en 2006, cuando los militares quisieron derrocar el Gobierno de Thaksin Shinawatra. Desde entonces, hemos vivido un conflicto entre rojos y amarillos. O lo que es lo mismo, defensores de los Shinawatra por un lado y de los de la monarquía y la oligarquía por otro.

Todo ello ha acabado como muchos nos temíamos desde finales del pasado año. En golpe de Estado. No voy a aburrir más con motivos políticos, sino que los enlazaré durante estos días según vayan apareciendo reportajes relacionados. Vamos a hablar de lo que supone este golpe de Estado ahora mismo.

 

¿Cómo queda Tailandia con este golpe de Estado?

 

Mc Donald's tailandés

Aunque sean 24 horas, los Mc Donald’s cierran también en toque de queda.

El asunto es feo, pero no tenemos que pensar que este golpe de Estado tiene algo que ver con los que se han dado en otros lugares. Como en España con el fallido golpe de Antonio Tejero o los que se han sucedido en numerosos países latinoamericanos. Para bien y para mal, los tailandeses están acostumbrados a las intervenciones militares. Podríamos decir que estamos ante ‘un golpe de Estado a la tailandesa’.

De momento, de los líderes de un bando y otro no queda ni rastro. Los militares blandieron sus armas en mitad de una reunión de ambos y forzaron al personal a entrar en una furgoneta. Ahora están recluidos en un lugar desconocido. Y los han puesto unos al frente de los otros. Incluso se han permitido alguna licencia al decir que “ están muy juntos en una casa escondida para que empiecen a llevarse bien y colaboren entre ellos”.

Ahora, los militares controlan el país. Su primera acción fue declarar un toque de queda que, si bien no está causando altercados, sí es molesto. Desde las 22 horas hasta las 5 de la mañana, quien salga a la calle puede ser arrestado.

Han cerrado todos los restaurantes, el transporte público e incluso las tiendas de conveniencia 7 Eleven, el símbolo más reconocible del país, que en otros toques de queda mantuvieron sus puertas abiertas en algún local.

El siguiente paso ha sido suspender la Constitución. “Con motivo de gobernar el país de forma fluida”, avisan en un comunicado. El único capítulo que sigue en vigor, obviamente, es el que hace referencia a la monarquía.

Tampoco se libran los medios de comunicación. Todas las televisiones están controladas por el poder militar y, ahora mismo, en mitad del toque de queda, han dejado de emitir. Se habló ayer de cortar el acceso en Internet a las redes sociales. Especialmente Facebook, Twitter y Line. Una medida así realmente sí que cabrearía al personal tailandés. Yo no dejaría a los tailandeses sin Cookie Run.

Sobre cuánto tiempo se extenderá el control militar, no hay nada claro. Primero se habló de ir a las urnas en julio, pero hoy a la mañana, unas horas antes del golpe de Estado, se desestimó esta opción. Los militares barajan dos posibilidades. Elecciones en unos cinco meses o en un periodo de uno a dos años. Imaginarse un Gobierno militar durante dos años es una imagen, cuanto menos, difícil.

Algunos aún mentan al fantasma de la posible guerra civil. Nos encanta a los periodistas sacar ese tema a relucir. ¿Podría ocurrir? Todo es posible, pero es una posibilidad muy remota. Sobre todo teniendo en cuenta cómo han acabado el resto de golpes de Estado. Seguramente tengamos una nueva constitución en breve, a la que llamen de 2015 y que aún sea más draconiana que la de 2007. Pero llegar a una guerra civil es algo muy hipotético.

 

¿En qué afecta el toque de queda y el golpe?

 

Quien esté planeando un viaje al país de la sonrisa no verá con una sonrisa esta noticia. Menos aún cuando mucha gente compara la situación con las escasas libertades de los regímenes militares que han pasado por Asia. Incluso algún pesimista quiere comparar el futuro del país con Corea del Norte. No seré yo, pero cierto es que las libertades están encorsetadas ahora mismo.

De momento, el toque de queda está teniendo un seguimiento notable. Me comentan del lado de los bares que hoy los garitos están cerrados. Lo único que funciona con normalidad en la calle es el movimiento de taxis y algunos coches. Y sí, el aeropuerto sigue como si nada.

Falta saber cuánto va a durar el toque de queda y si se seguirá al completo. En el pasado conflicto de 2010, el toque de queda muchos se lo pasaban por el forro y se iban a festejar a los locales habituales. Curiosamente, todos ellos estaban abiertos.

Luego, veremos si escala la violencia. En 2006 fue todo bastante tranquilo, si bien alguna bomba se lanzó. El problema es ahora, con dos bandos diferenciados y muy enfrentados. El país, a día de hoy, sigue siendo visitable. Pero la conciencia moral de pasearse por un Estado controlado por militares es normal que le pese a más de uno.

Para muchos, la desgracia que está viviendo Tailandia es una oportunidad. Por un lado, se esperaba que el baht se derrumbase y con ello se maximizase el valor de los dólares y los euros por aquí. Ya en 2006, la moneda local vivió su peor momento debido al alzamiento militar de entonces.

Pero no ha sido así. El golpe de Estado no ha debilitado a la moneda local. Es más, se ha fortalecido y ha ganado valor como divisa en el primer día del ataque al poder. Inexplicable para muchos, motivo de celebración para los partidarios del alzamiento y quienes pedían a los militares que metiesen mano.

Por otro lado, no son pocos los que ya celebran en los foros habituales para extranjeros que muchos de los bares se van a vaciar de turistas. Y que las chicas de saldo y esquina van a estar escasas precisamente de saldo y sobre todo de pretendientes de redondos ojos. Una alegría para los que desean quitarse de un plumazo a la competencia, y es que de buitres está Siam lleno.

Y sin embargo, a día de hoy todo es una gran incógnita. Seguramente el país continúe siendo un magnífico destino vacacional y sea seguro. Aún con los militares paseando de arriba a abajo. Pronto, se supone, nos libraremos del toque de queda también. Pero no obviemos que la posibilidad de que todo se vaya al carajo sigue estando ahí.

No recomendaría a nadie, a día de hoy, que cancelase sus vacaciones este verano en Tailandia ante este golpe de Estado. Aunque tampoco animaría a comprar un billete ahora mismo para venirse de turismo. Esperaría a ver qué acaba ocurriendo. En cualquier caso, no todo es tan feo como lo pintan los medios extranjeros. Esto sigue siendo un golpe de Estado a la tailandesa. ¿O no?

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9 comentarios

  1. brain dice:

    Con lo que dices que te gusta la fiesta, como tarden mas de 2 semanas en abrir los locales, ya te veo buscando nuevo destino xD

  2. Davidsm dice:

    lo bueno es que quizas la visa run no se toca jajaja

  3. Daniel dice:

    Yo soy un contrarian convencido, quizá sea momento de reservar esas vacaciones en No samui que tengo pendientes…. más barato y menos turistas? Genial!

  4. Aaron dice:

    En Siam si se puede encontrar un estilo diferente de protestas, es a veces tan bizarro que uno se pone a pensar.Coño si todas las guerras, golpes de estados y protestas fueran como la primera foto que puto mundo mas feliz seria este lugar. jejejeje

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