¿Mujeres pero ‘cascarones’? Otra distorsión de la belleza siamesa

Cascarones Tailandia

Blancas -o blanqueadas-, operadas de nariz y barbilla y de agrandados ojos. Así son las cascarones. Foto: Onyx.

Lo llamamos Snake. Como al Serpiente Plissken que protagonizaba la magnífica Rescate en Nueva York. El mismo apodo del también carismático Solid Snake en Metal Gear Solid. Y sin embargo, nuestro Snake es tailandés y no se infiltra en guerrillas o bandas terroristas. Su guerra está entre faldas y neones.

El bueno de Snake se ganó su apodo a pulso en la noche de Bangkok. Da igual si va a un bar o a una discoteca, siempre se las apaña para enredar a alguna joven de las más deseadas allá donde vaya. Sea por su porte de tailandés apuesto o por su educación internacional.  Cuando menos te lo esperas, se ha fugado con la más guapa sin que nadie se diese cuenta. Por eso lo de Snake, la infiltración es lo suyo.

En los últimos tiempos, no obstante, algo se ha truncado en las artes de nuestro Snake. Él, que hasta en tugurios sólo para extranjeros enredaba a nuevas amantes, ha encontrado un hueso que ha entristecido a su sin hueso. Las cascarones. Un nuevo grupo de mujeres tailandesas tan hermosas como difíciles y vacías.

El ideal femenino de belleza en Tailandia está adulterado en diversos estratos sociales. Tratando de emular a Corea del Sur, algunas de las más deseadas mujeres siamesas ya no parecen siamesas. Tampoco del Sureste y ni siquiera pueden catalogarse dentro de una etnia. El bisturí y el glutatión han distorsionado su porte. Y son por muchos las más deseadas.

Entre las jóvenes siamesas que se lanzan a la carrera por perder su imagen como siamesas no son pocas las que se dejan algo más por el camino. Sus emociones, diversiones, alegrías y tristezas se fueron a un segundo plano. Igual que la anorexia transforma a quienes sufren dicho trastorno, las cascarones se convierten en mujeres que no viven ni para ellas ni para los demás. Sólo para el espejo.

Y, ¿qué tiene que ver la invasión de las cascarones con nuestro Serpiente? Las emociones, precisamente. “Se supone que este país es agradable, amable y amistoso, ¿qué les pasa a estas chicas que parece que vivan en un lugar frío y hostil?“, lamenta el apuesto tipo nacido en Bangkok. No está acostumbrado a que en una discoteca las tipas más deseadas -y no por ello guapas- le dediquen muecas de repugnancia.

 

¿Cómo se desarrollan las cascarones?

 

tailandesas blancas

Un grupo de chicas tailandesas blanqueadas y operadas, a la puerta de Onyx.

No se habla mucho de ellas internacionalmente y sólo algunos medios tailandeses se han hecho eco de ellas. Para los locales, ellas no son cascarones. Sólo muchachas que enloquecen por la imagen y transforman su look por completo. Pero ya comentan que existe una fiebre en Tailandia que lleva a muchas mujeres a operarse más de la cuenta. Para satisfacer… ¿a quién?

Al espejo y a un ideal de belleza que no se corresponde con la calle. Si se trata de un trastorno tendrán que analizarlo los psicólogos y los expertos, pero nadie duda del gran número de jóvenes que transforman su imagen en Bangkok -porque es en la capital donde es más notorio- y pierden algo por el camino.

Las cascarones pueden ser chicas de clase media, alta o incluso de recursos limitados si alguien pone el dinero. En esos casos, normalmente quien las mantenga a cambio de cama. Porque se han de pagar sus operaciones, y eso no es poco dinero.

Lo primero que desean cambiar es el color de la piel. La que no es blanca siempre puede recurrir a las inyecciones de glutatión. Su efectividad es elevada, pero también sus reacciones adversas también. Los siguientes pasos son los afilamientos de barbillas, las implantaciones de tabiques nasales y las aperturas de ojos. Las cinturas de avispa con tetas imposibles también están a la orden del día. Aunque sobre todo ello ya hablamos meses atrás por aquí acerca de la prolífica industria plástica tailandesa.

cascarones Tailandia

El ‘look’ de las cascarones más habitual. Todas lucen igual. Foto: ThaiHotties Instagram.

Sin embargo, si hablamos de posible trastorno -y esto es lo que indican prematuramente algunos expertos- es porque ese cambio de imagen afecta a su manera de comportarse. La clave de las cascarones no está en su imagen, sino en su comportamiento. El nombre de cascarones se lo sacó de la manga nuestro amigo el Serpiente. Porque, para él, estas chicas están vacías.

Y dice que lo están porque todos sus esfuerzos e ilusiones se enfocan en lucir esa imagen distorsionada que nada tiene que ver con la raza mayoritaria de este país, y ni siquiera con cualquier otra etnia. Un ideal de belleza irreconocible en el mundo y que sólo se parece al de las operaciones de cirugía plástica en Corea del Sur.

Muchas de ellas olvidan sus metas profesionales. No tienen novio, sus amigas son todas como ellas y ni siquiera disfrutan de su sexualidad, afirman quienes las conocen. Obviamente, esto en las que cumplen con el estereotipo y que más se han dejado arrastrar por esta moda.

¿Dónde se lucen ellas? En trabajos donde puedan hacer de pretty o mujer florero, pero sobre todo en las redes sociales y en los medios de comunicación. Muchas de estas muchachas aspiran a llegar a cuentas de Instagram como la popular Thai Hotties, donde las jóvenes no lucen como tailandesas. O a tener sus cientos de miles de seguidores en Facebook.

Mejor aún para muchas es si pueden aparecer en sitios como Playboy Thailand, donde parece mentira que sólo se vean pieles morenas cuando publican fotos de modelos occidentales.

 

Las cascarones en la noche, ¿dónde encontrarlas?

 

Chicas Onyx

Grupo de chicas que bien podrían ser cascarones, acompañadas por un tomboy. Foto: Onyx.

En Bangkok es fácil verlas en muchos lugares. Sentado en cualquiera de los dos Starbucks que hay en la planta baja de la torre Exchange, en Asok, es fácil ver cada tarde a muchas de ellas paseando. Su estilo es muy solicitado entre los directivos que prefieren a secretarias resultonas en lugar de eficientes.

Sin embargo, hay lugares donde es más fácil encontrarlas. A la noche, cualquier fin de semana en la discoteca Onyx, en RCA. La mayoría de las jóvenes son blancas, de mandíbulas afiladas, narices alargadas y ojos abiertos. Y simpatía, la verdad, no mucha.

El bueno de nuestro Serpiente gustaba del lugar en cuestión por estas chicas. Pero, claro, se ha llevado tantas malas miradas que ya ni ganas tiene de pisar el lugar. La mayoría de las cascarones que allí se reúnen no están por conocer a nadie. Armadas con su móvil y subiendo fotos a Facebook e Instagram, sus orgasmos se producen con las miradas que les llegan. Pero, de vuelta a casa, solas.

Lo que no tanta gente sabe es que muchas de las cascarones que van a Onyx -y también a otros clubes como DND Do Not Disturb, en Thong Lo- son de pago.

No es un previo pago al estilo habitual de los lugares de luces rojas. Sino algo parecido a lo que gusta a los japoneses y que tan bien han sabido emular en Tailandia. Estas chicas ofrecen su compañía a hombres que quieran pagarles una tarifa -y nada barata- para poder presumir de ellas entre copas.

Cascarón mujer Tailandia

Tras pasar por el taller. Foto: ThaiHotties Instagram.

En numerosos foros tailandeses estas chicas contactan con tipos que las quieren llevar de paseo. Sobre todo, ellas se ofrecen para ir a Onyx o DND. Y su tarifa dependerá de la imagen de la joven, que puede rondar los 5.000 bahts toda la noche.

¿Te sorprendió alguna vez el tipo tailandés no muy agraciado físicamente con dos botellas de vodka y tres despampanantes cascarones en una mesa de Onyx? Seguramente apañó un trato, previo pago. Y en esa tarifa no se incluyen tocamientos ni nada más. Viene a ser algo similar a los carísimos clubes de caballeros de Bangkok, pero como si fuese un take away.

Alguien ha de pagar las operaciones, los bolsos y las inyecciones de glutatión. Y la mayoría de tailandeses pudientes están contentos con este look y con que las cascarones no hablen demasiado. Eso sí, su obsesión no las convierte en mujeres muy fogosas.

Por supuesto, no todas las jóvenes blancas y operadas son cascaronesNo puede meterse a todas en el mismo saco. Igual que no todas las chicas solas o acompañadas en Onyx han de ser de pago. Pero muchas de las que han abusado de la cirugía plástica y se pueden encontrar en según qué ambientes comparten estos mismos rasgos.

La mayoría de aquellos que han estado con alguna chica que cumpliese con estos requisitos siempre dicen lo mismo. De sexo, poco y malo. Pero de pagar cosméticos, tratamientos de belleza y caprichos no se libraron. Otro dato más que podría considerar a esta obsesión como un trastorno de la azotea. Aunque, para que sea un estudio serio, será necesario que se interesen por ello los psicólogos.

Igualmente, tampoco es aquí donde se opine que es una pena que estas jóvenes acaben así. Es su decisión y no somos nosotros quienes debemos juzgarlas. Para mi amigo el serpiente y sus compinches es una pena, claro, porque ellas no están por el ligoteo. Y bueno, en algún momento su belleza se acabará y algo tendrán que hacer. Pero eso esperemos que lo tengan en cuenta.

De momento, nuestro Serpiente ya no quiere volver a Onyx ni a DND. Sus amigos de la infancia, tailandeses y pudientes como él, han contratado los servicios de varios cascarones para ir a Onyx y tampoco han salido muy convencidos. “Llevar a la chica allí es divertido, pero cuando cierran la discoteca te pide otros 5.000 bahts más por ir a un after“, comentan. Así es normal que facturen a la joven en un taxi y acaben, como casi todos, metidos en el Kitty Spa de RCA. También se paga, claro, pero eso ya es otra historia.

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6 comentarios

  1. Aitor dice:

    Una actualización o tuneado a acorde a la demanda de un determinado mercado.
    Una profesionalización de la vanalidad y mediocridad tan efímera y por ende al alza, en el mercado de la carne, cuyos destinatarios acabarán con la cuenta tan vacía como la enjundia de la corta mira con la que entienden las dos partes contratantes que diria Grocho, el ser mujer en estos casos, donde carne y carniceros no obtienen más de lo que merecen…
    Que a nadie le pase donde y con quien sea que fuere.

  2. Aaron dice:

    Mierda que blancura mas aburrida hermano. Belleza solitaria, solo para el espejo. Realmente la cirugía es algo que siempre estará latente en las jóvenes de cualquier mundo y estoy seguro que mas de una ha pensado hacerse un arreglo para verse mas fogosa, pero es como tu lo dices en algún momento su belleza acabara y algo tendrán que hacer. Realmente no entiendo todo este rollo de la piel blanca, coño hay morenas asiáticas que están re buenonas y se ven mejor que una blanca. No digo que todas las morenas se vean mejor que una blanca. Esta moda realmente los psicólogos deberían analizar esta moda que parece mas bien una obsesión loca que creo que al fin lo que hace es crear un sentido de personalidad diferente que podría llevarlas a vivir una realidad no tan real en el sentido de querer estar solas para si mismas, crear quizás un egoísmo anoréxico personal. Aunque pienso que el mundo esta cambiando y muchos prefieren estar solos/as/ por otro tipo de razones relacionadas con la sociedad. Estas Tailandesas me recuerdan mucho a las modelos de pasarelas que viven para la moda y no todas tienen una vida saludable.

  3. Aaron dice:

    Me sorprende que la parte de la folladera no sea buena por estar mirándose al espejo. Pero le cuento que la folladera por estos lugares no es ninguna maravilla, es muy complicado y caro.

  4. R. Ibarzabal dice:

    Entre el Solid Snake y las cascarones, menuda fauna que tenéis por BKK, ja ja ja. Iba a decir que damiselas de esas que viven solo para las selfies que cuelgan en el instagram y miran con cara de asco a todo el que se les acerca en las discotecas, siendo justos, las hay en todas partes, tanto en Oriente como en Occidente. Pero, ¡eso de que estén profesionalizadas es un giro que no me esperaba! Me imagino que, cuando hay dinero de por medio, se esforzarán por ser un poco más sociables. Porque si no, le auguro poco recorrido a su modelo de negocio.

  5. jesus M dice:

    Dónde esté una deliras original 100%, piel canela, sonrisa bonita y dulce dicción, yo con eso me conformo, todo el dulce universo final llega solo.

  6. Sabrosura dice:

    Me encanta tu artículo, es una pasada. No me gusta mucho salir, pero cuando lo hago y lo contrasto con tu artículo lo veo todo mucho más claro e incluso me doy cuenta de que lo que ví la noche anterior no es solo una invención mía, es la realidad… ver a un dandy con pinta de ricachón con 3 chicas blanquitas con menos pigmentación que un folio en un reservado VIP no me parecía puro amor. Llámame clásico, pero yo soy más de Tinder.

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