Vietnam del Sur, o cómo irse de paseo por la Cochinchina

Cochinchina o conchinchina

Cuando te dicen que algo está en la Conchinchina, se refieren a esta parte del mundo. La Cochinchina al sur de Vietnam.

Al refranero español le gusta lo de referirse a Asia. En Malasia descubrí el porqué de los callos malayos, mientras que en las fábricas de China entendí lo que significa trabajar como chinos. Viviendo en Tailandia descubrí que a los gatos siameses les cortan la cola y por otro lado jamás llegué a entender lo del fino filipino.

Siguiendo este paseo de tópicos, ya puedo por fin decir que me fui de visita por la Cochinchina. O la Conchinchina, con n, como se suele llamar a ese lugar al que tantas veces me mandaron a paseo.

Durante varios años había evitado lo de pasar unos días en Vietnam. Quizás desmotivado con el chorreo de películas sobre la ocupación americana, pero sin duda también porque era de los lugares que menos me atraían en Asia. Ahora, tras pasar una larga semana en el sur del país, he de reconocer que me he topado con uno de los rincones más acogedores del Sudeste Asiático.

Porque si una sensación te ofrece Ho Chi Minh -la antigua Saigón- en su primera toma de contacto es que es una ciudad en la que podrías vivir bien. Con su caótico tráfico pero su ordenada estructura. Y sobre todo con su herencia colonial, parte del atractivo del país. Nada que ver con las miserias de una guerra sobredimensionada por los que perdieron y que las nuevas generaciones decidieron dejar atrás.

 

De vacaciones en Saigón

 

Calle de Saigon

La situación típica en una calle de Saigón.

Compré mi billete a Vietnam pensando en cambiar de aires por unos días. Y de paso conocer esta parte del mundo. Al final, se me unieron algunos de mis mejores amigos en los días de fin de semana, antes de quedarme solo en Saigón.

No fui en esta ocasión a hacerme ningún visado, si bien Ho Chi Minh parece ser buena opción para tramitar uno de turista. Dicen por aquí que el único requerimiento especial es un billete de salida de Tailandia. Así que creo que es recomendable pasar por aquí si existe la necesidad de hacer algún trámite. No obstante, no es la opción más barata.

Entrar en Vietnam requiere de uno de los visados más caros que he pagado. La opción más barata es tramitarlo en la embajada de Vietnam en Bangkok por 2.000 bahts -algo menos de 50 euros- y esperar cuatro días. Esta opción, no obstante, no es la que os ofrecerán cuando os presentéis allí. Os recomendarán pagar más por el que se tramita en un día, aunque en vuestro billete de avión lean que aún faltan dos o tres semanas para vuestro viaje. Así te sacan unos bahts de más. Por cierto, la embajada en Bangkok es rápida y está céntrica, en Ploenchit.

Conseguir el visado desde España sale mucho más caro, alrededor de los 80 euros, y el permiso para sellarlo en alguno de los aeropuertos internacionales de Vietnam sale por algo similar. Luego, los vuelos a Vietnam tampoco son los más baratos de la zona, aunque siempre queda la aventura de entrar por tierra a través de Laos o Camboya.

 

¿Hemos dicho comunismo? ¿O consumismo?

 

Ho Chi Minh Comunismo

En algunos lugares públicos quedan algunos carteles característicamente comunistas, casi siempre con el amigo Ho Chi Minh sonriente. Más allá de eso, el comunismo es poco visible.

Hablemos de tópicos. Cuando se menciona a Vietnam desde el lado Oeste del mundo, lo que suele pensarse es que se trata de un país pobre que quedó desolado tras ganarle una guerra imposible de ganar a Estados Unidos. Y también que es uno de los reductos comunistas, por lo que ha de parecerse más a Corea del Norte que a, por ejemplo, Tailandia.

Nuevamente, eso no son más que tópicos. Es cierto que Vietnam es un estado comunista, pero desde los 80 que se está abriendo al exterior. Él Gobierno está controlado por el aparato político del partido y es posible encontrarse algún símbolo comunista en sus calles. Aunque el consumismo ha hecho estragos en esta parte del mundo como en sus vecinos.

En algún momento me recordó a la actual China, pero de una forma más suave. Quedan algunos resquicios de comunismo asiático -como los guardias uniformados subidos en púlpitos como estatuas ante edificios gubernamentales o la censura política-, pero los vietnamitas nacidos a partir de los 80 chatean con sus iPhone, ven las películas de Hollywood y consultan la Wikipedia. Afortunadamente, no comen en McDonald’s, pero esa es otra historia.

Vietnam ha avanzado enormemente y nada tiene que ver con el país comunista que era hace menos de dos décadas. Sus infraestructuras son elogiables, Ho Chi Minh es una urbe moderna, limpia y muy internacional y no echas nada en falta. Para muestra, un botón: La clase media vietnamita es la que más rápido crece en el Sudeste Asiático y su economía una de las que más aumentan en el mundo, con crecimientos anuales del PIB del 8,5%.

 

El Vietnam del Sur tras la guerra

 

Guerra Vietnam museo

El museo de los restos de la guerra de Vietnam es una atracción para turistas que vienen buscando lo que han oído acerca del país, la guerra. Allí tienen aviones, tanques y equipo militar norteamericano.

Por otro lado, lo de haber ganado la guerra condiciona mucho el país y la forma de pensar de sus gentes. Ha quedado como un episodio del pasado y los jóvenes de Saigón miran hacia adelante. Hablando con ellos te das cuenta de que no le dan la importancia que le damos los extranjeros. Vamos, es que nosotros conocemos el país por películas como Apocalypse Now.

Tampoco hay rencores hacia Estados Unidos. Así como en Japón -y especialmente en Hiroshima- me encontré un cierto rechazo a todo lo que fuese estadounidense, en Vietnam les encanta entablar conversaciones con norteamericanos. Admiran ciertos aspectos de su país y les respetan. Al fin y al cabo, ganaron la guerra, ¿por qué han de tener rencores?

La parte negativa de la forma de Gobierno que existe en Vietnam es sin duda la falta de democracia o la censura, si bien nada tiene que ver con China. Ni siquiera se esmeran en cortar el acceso a medios internacionales, como ocurre en Tailandia. Por encontrar algo positivo en el aparato político, podemos decir que se esmeran en controlar factores que beneficien a la población.

Por ejemplo, a nivel nutricional. Vietnam controla -y mucho- lo que han de comer los vietnamitas. No quieren en el país un auge de las cadenas de comida rápida norteamericana ni el modelo de platos empaquetados tan populares en 7 Eleven. McDonald’s sólo tiene dos franquicias en Ho Chi Minh. Y es la mayor ciudad del país.

Comida vietnamita vegetariana

Arroz en flor de loto al estilo vietnamita. Plato vegetariano delicioso.

Se agradece, la verdad. La comida vietnamita es excelente y en ningún momento echas de menos comer otra cosa, si bien hay una buena oferta de restaurantes internacionales. Además, es de las gastronomías menos calóricas que hay en el Sudeste Asiático. No en vano, Vietnam es el país de la zona con la menor tasa de obesidad.

Mientras la comida tailandesa -que sigue siendo mi favorita- logra su fuerte sabor gracias a las salsas y condimentos que mezcla, además de la fusión de azúcar, picante y salsa de pescado, la gastronomía vietnamita se basa en especias naturales. Eso hace que sea mucho menos fuerte, pero también más equilibrada. El sabor procede de los vegetales mayoritariamente.

Eso, unido a que la mayoría de los ingredientes son aptos para vegetarianos, hace que la dieta vietnamita sea ideal para quienes desean mantener la línea. Y lo más importante, que es muy sabrosa. Quizás mi favorita en la zona tras la gastronomía tailandesa. Y muy lejos de las pobres opciones de Malasia o Birmania.

El factor extraordinario, no obstante, es el café. La herencia como colonia francesa y su papel como uno de los principales productores de café del mundo hace que puedas degustar del quizás mejor café del Sudeste Asiático, y casi me atrevo a decir lo mejor que he encontrado en Asia. Hay cafeterías en casi cualquier esquina, a un precio excelente y con todas las comodidades.

 

Esa herencia francesa

 

Pasteur en Saigón

La avenida Pasteur en Ho Chi Minh. Muy cerca de Notre Dame, catedral francesa del lugar.

¿Qué es lo que me resulta más acogedor en Saigón? Su herencia francesa. Cada rincón de la ciudad hace que te sientas un poco más en Europa sin abandonar Asia. Mientras que en Tailandia están muy orgullosos de llamar a su país “la tierra de los hombres libres” al ser el único país de la zona no colonizado, en Vietnam no rechazan su herencia francesa.

No seré yo quien defienda el colonialismo. Pero, hoy en día, muchos son los afirman no fue tan mal por esta zona. Países como Malasia deben parte de su buena educación y su afinado inglés al colonialismo. Y en Vietnam no les importa recordar lo que les ha quedado de su época en la que pertenecieron al imperio francés.

Bánh mì

El delicioso Bánh mì.

Quizás lo más característico son los edificios coloniales franceses y la catedral de Notre Dame, pero hay mucho más allá. Las grandes avenidas, la forma en que está construida la ciudad o cómo se ordena el tráfico en Ho Chi Minh deja a Bangkok en un nivel muy inferior. Quizás los tailandeses fuesen libres, pero no se aprovecharon de la mezcla de conocimientos.

Otra de las mejores herencias europeas en Ho Chi Minh es el arte y la cultura. Encuentras galerías de pintura en cada esquina, junto a enormes librerías clásicas. Es muy normal ver a vietnamitas leyendo en un parque o en una cafetería. También existen bibliotecas. Mientras, como siempre he comentado, la lectura en Tailandia no está de moda y no existen las librerías.

Y mientras en Bangkok todo son centros comerciales, aquí brillan por su ausencia. Hay algunos, bastante alejados, pero no son la norma. El comercio de calle es lo común, lejos del americanismo de la gran superficie. Además de los parques en los que es normal ver a la gente pasando la tarde.

Luego está la pasión por el pan. Yo, he de reconocerlo, ya de pequeño en España apuntaba al arroz y muy poco al pan. Más allá de algún bocadillo, nunca fue mi favorito. Pero los fanáticos del pan tienen en Vietnam un auténtico paraíso.

Existen pastelerías francesas por cualquier lado y las baguettes de pan las encuentras en cualquier lugar. ¿Lo mejor de ello? Hay una especialidad conocida como Bánh Mì que es un bocadillo vietnamita. Lo podéis ver en la foto de la derecha. Se trata de una barra individual rellena con un puñado de ingredientes del Sudeste Asiático que ni yo logro saber qué son, pero entre los que hay cilantro, mucho cilantro, vegetales, algo de cerdo y salsas picantes. Sabe mucho a comida de esta parte del mundo y también a bocata. Es una delicia que en la calle te lo hacen al momento por el irrisorio precio de medio euro.

 

¿Qué te encuentras en Vietnam del Sur?

 

gente dormida en Vietnam

Un clásico asiático, gente durmiendo en las calles. En Vietnam tienen la particularidad de buscar el espacio justo y la posición perfecta. Lo de poner los pies en el banco es algo muy normal.

La visión que tengo yo de Saigón y de Vietnam del Sur no es la de alguien que llega desde España. Sino que veo Ho Chi Minh en comparación con el resto de lugares de la zona. Y, sin duda, ofrece buenas sensaciones.

Saigón es bastante más pequeña que Bangkok. Se puede recorrer bien a pie si no tienes prisa y no te molesta el calor. Sin embargo, no sufrirás el mismo bochorno que en la capital de Tailandia, ya que cuando cae el sol en Ho Chi Minh el tiempo se vuelve muy agradable.

Otro de los puntos a favor es la comunicación. Tanto con quienes saben inglés como con quienes no, el vietnamita parece algo más dispuesto a hablar contigo y a entenderse que el tailandés. Es un país mucho más pobre y con mucho camino por delante, pero aun así no da una impresión de ser un lugar donde las gentes no tengan nada. En el campo, eso sí, cambia mucho la situación.

Ya hemos dicho que el café es un punto muy a favor y que la comida está muy bien, además de ser más barata que en Tailandia. El transporte es otra historia. Yo me he movido bastante en taxi y nunca han intentado llevarme por donde no tocaba, mucho menos ir sin taxímetro. Curioso, porque una de las advertencias que lees en varios sitios es que los taxis no son de fiar. Seguramente son opiniones de alguien que no ha pasado por Bangkok.

Algo que me sorprendió bastante es que todas las personas vietnamitas con las que contacté me comentaron que tuviese mucho cuidado con los robos. Sin embargo, yo no vi que fuese un lugar peligroso. Quizás en algún momento te cansas de la cantidad de veces que te ofrecen limpiarte los zapatos o de hacerte la manicura en la calle, pero yo estuve más o menos seguro.

Luego, Saigón tiene sus típicas atracciones turísticas. Las más conocidas están relacionadas con la guerra contra Estados Unidos. Puedes visitar el palacio de la Reunificación y el museo de los Restos de la Guerra. A mí, sin embargo, me parecieron una forma sencilla de sacarle los dólares al turista.

Niños en Vietnam

Unos niños juegan a las afueras de Saigón.

Tras el fascinante museo de Hiroshima sobre la bomba atómica y el colegio convertido en cárcel Tuol Sleng en Pnom Pehn, el legado de la guerra de Vietnam en Ho Chi Minh me pareció soso y, sobre todo, fuera de lugar. Ya nadie piensa en la guerra y el país pasó página. Pero ahí está ese entramado de armas estadounidenses y fotografías del conflicto para atraer turistas. ¿Lo más peculiar del museo? Ver a un americano paseando entre críticas al conflicto que lanzó su país enfundado en una camiseta con la bandera estadounidense. Más fuera de lugar, imposible.

Algo que también fascina a muchos cuando llegan a Ho Chi Minh es el tráfico. Para demasiados, el lugar con más motos del mundo, aunque algunas ciudades de la India se dan la mano. Es verdad, todo son motos y además disfrutan usando el timbre constantemente, lo que crea una escandalera constante que hace el lugar sólo apto para los amantes del caos. Yo me sentía como en casa.

En el vídeo que tenéis sobre estas líneas queda claro uno de los fenómenos del tráfico en Saigón. Para cruzar la calle, simplemente has de ir tirando y todas las motos te esquivarán. Parece complicado, pero todo lo contrario. Creo que en Bangkok me resulta más difícil, ya que en Tailandia les molesta que te pongas delante.

Más allá de todo eso, en Ho Chi Minh existen las típicas excursiones turísticas para ir a ver un poco de jungla. No merecen la pena, al fin y al cabo si hay que meterse a fondo en lo duro del país es mejor hacerlo por tu cuenta. Más difícil pero más gratificante.

Quise ir a la playa unos días, por lo que me dirigí a Mui Ne, la localización más cercana pero que ya está a casi seis horas de autobús. En un día me di cuenta de que era el lugar con costa más olvidable que he visitado en el Sudeste Asiático. Y he visitado muchas localizaciones similares.

Mui Ne es una de esas zonas de playa conquistadas por inversores rusos, que se han hecho con todos los hoteles y restaurantes, donde todos los turistas proceden de las tierras de Vladimir Putin y que no hay nada más. Las distancias además son tremendas y no hay una playa acogedora donde tomar una cerveza tranquilo. Aparte de las zonas privadas de los hoteles, claro.

¿Y qué hay de la gente de Vietnam? Por lo general, bastante acogedores. Y bastante cultos. Es normal entablar conversación con alguien y que estén informados sobre lo que ocurre en Europa o América. A veces sorprende, sobre todo cuando vienes de Tailandia, donde la educación fuertemente nacionalista no considera prioritario lo de saber dónde está el Viejo Continente.

Una gran experiencia fue conocer al propietario de Good Morning Cafe Vietnam. Este establecimiento se encuentra dentro del parque que hay en el cruce de  Phạm Ngũ Lão con Nguyen Thái Hoc y sin duda merece una visita. Su dueño ha recreado uno de los estudios radiofónicos de Radio Saigon, la emisora estadounidense durante la guerra.

Good Morning Vietnam Cafe

El equipo y la colección del café Good Morning.

tocadiscos Vietnam

El propietario del café ha ido creando una colección con cientos de elepés que se quedaron en Saigón cuando los americanos se retiraron. También ha renovado el equipo original que llevaron los americanos. Con tocadiscos y cintas révox. Es su pasión y no dudó en enseñaros lo bien que suena y lo cuidado que tiene todo. Por supuesto, el nombre del lugar viene de Good Morning Vietnam, del recientemente desaparecido Robin Williams.

Aunque la mejor experiencia con gente de Vietnam fue el último día, al juntarme por una tarde con un grupo de universitarios que estudian en Ho Chi Minh. Es muy normal que ellos quieran juntarse con extranjeros, practicar su idioma y conocer de primera mano historias de nuestro país. Mientras ellos me explicaron cómo vivieron y qué quieren hacer en un futuro.

¿Qué me dijeron los universitarios de España? Les parece que ha de hacer calor y que ha de ser más barato que Francia. ¿Y qué es lo que más característico les resulta de Tailandia? Todos me dijeron la misma palabra. Ladyboys. Parece que los tópicos no pueden evitarse.

En definitiva, puedo entender a quienes llegan a Saigón y se enamoran del lugar como muchos quedan encantados de Bangkok. Yo, sinceramente, prefiero Tailandia como un lugar en el que establecerte. Pero asumo que Ho Chi Minh da la impresión de ser una ciudad fantástica para vivir, de las mejores del Sudeste Asiático.

 

Salir de fiesta en Ho Chi Minh

 

MZ Club Saigon Ho Chi Minh

Espectáculo de música en directo en Ho Chi Minh.

Aún estando bastante lejos de Bangkok, Ho Chi Minh es un muy buen lugar para disfrutar de la noche. Vale, es un país (más o menos) comunista, pero se permite casi todo. Hay un buen número de discotecas y opciones de noche. Y se puede acabar la fiesta bien tarde, aunque cuanto más avanzan las horas todo resulta más macabro.

Los clubes, normalmente, cierran a medianoche. Esa es la legislación, pero con un pago a la policía se suele esquivar. Como ocurre en Bangkok. Otro aspecto curioso es que están prohibidas las pistas de baile, por lo que las mesas con bebidas están más que justificadas en esta ciudad. Se pueden comprar botellas y el precio es similar al de Bangkok.

La oferta nocturna para un público puramente vietnamita está bien, pero cierra a medianoche. Garitos como MGM o Volcano, con sus neones, son los más populares, pero a la hora de Cenicienta ya cierran sus puertas. A partir de aquí, hay algunas opciones. Una de las que más nos gustó fue Lush, que vendría a ser como un Wip o un Scratch Dog en Bangkok. Aguanta abierto hasta poco antes de las 3.

A esa misma hora cierran los clubes que se orientan tanto a vietnamitas como a expatriados. Nosotros nos juntamos con un grupo de gente que vive en Saigón y nos enseñaron parte de los lugares. Curiosamente, algo de lo que se estila mucho allí son los lounge al estilo tailandés.

Para quien no sepa lo que es un lounge -tema que merece un artículo entero-, no es más que un club para hombres en el que además de una carta de bebidas tienes otra carta de chicas. No es un prostíbulo, ya que las chicas van vestidas y están ahí para reírte las gracias, hacerte beber más -mucho más- y decirte lo guapo que eres. Cuando se acaba el tiempo, las chicas se van. Muy asiático y para mi gusto un fraude. No es el lugar donde me gusta pasar la noche.

MZ Club Saigon Ho Chi Minh

Algo bastante común en algunos clubes de Saigón es que algunos artistas locales pinten con fosforescente a los hombres y mujeres que paseen por ahí. Se crea un juego de colores muy peculiar. La señorita de la foto, no obstante, requería de previo pago para sentarse en tu mesa.

La primera noche nos llevaron a uno de los lounge más conocidos de la ciudad, MZ Club. El lugar tenía su qué. Música en directo, espectáculos varios, una pinchadiscos que medio enseñaba la pechuga con su traje en ‘v’ y camareras muy por la labor. ¿Algo más? Pues que no había muchas chicas. Y la mayoría de ellas necesitaban ser solicitadas mediante la carta, claro.

Cierto que también había alguna muchacha que había llegado sin estar en el menú, pero lo normal para muchos allá era lo de encargar muchachas a tu mesa. Había un vietnamita con una botella de vodka de tres litros escoltado por cinco jovencitas que le reían las gracias.

No era lo nuestro. Como ejemplificó un amigo, lo bonito es ir a tomar una caña y esperar a ver si te dan tapa. Pero lo de elegir y comprar la tapa de buenas a primeras ya no tiene diversión. Si queréis ver fotos de aquella noche, aquí están. En realidad, MZ es muy bonito, los espectáculos son divertidos y el ambiente está bien. El problema es que es un lounge y no lo que buscábamos. Así que nos fuimos al rato.

Más allá de las 2 o las 3, lo que quedan son clubes para turistas. Entre estos, claro está, el más popular es el que sale en todas las guías. Apocalypse Now, curioso nombre para un garito en Saigón. No obstante, me pareció algo decepcionante. Demasiada señorita de sueldo y esquina, arañas locales y mucho turista. Era una mezcla entre un Khaosan y una discoteca de señoritas que fuman en Bangkok.

Tras ello, poco más queda. Apocalypse Now y toda su decrepitud cierran a las 4 o un poco más tarde. Y abierto hasta las 7 sólo queda un tugurio conocido como Go 2, en la zona mochilera, donde se junta todo lo peor de la noche de Saigón.

Go 2 Ho Chi Minh

La entrada de Go 2, el garito más turbio de Saigón.

Go 2 reúne a todos los restos que han ido quedando en las discotecas de la ciudad. Casi todas las mujeres vietnamitas que hay allí dentro son de previo pago. Los muchachos, turistas. Y el alcohol sabe a rayos. Una experiencia para ir el día que quieras continuar la noche. Pero no para buscar algo realmente interesante. Para los que conocen Bangkok, el lugar es más dantesco que Swing. Y eso ya es decir.

Sin embargo, es muy posible que haya otros sitios mucho más interesantes en Saigón. Buscando en foros de expatriados e incluso caminando por la ciudad vi más discotecas. Incluso unos garitos de copas que me recordaban más a Europa que a Asia donde tomamos algo el segundo día. Si alguien conoce otros lugares interesantes, que los señale en los comentarios.

Como detalles a comentar de la noche de Saigón, decir que aburre quizás la gran cantidad de trabajadoras de esquina que pueblan los locales más allá de las 2 de la madrugada. Los antros de vietnamitas están bien, pero cierran muy pronto. Y además has de comprar fruta con cada botella de licor.

Detalle curioso es que entre semana puedes comprar copas en estas discotecas. Los viernes, ya te piden que sea botella. Y los sábados sólo tienen marcas importantes, mínimo Chivas. Así que la noche puede acabar saliendo por un pico. Pero, cuanto menos, en Vietnam del Sur no tendrás que quedarte en el hotel.

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13 comentarios

  1. brain dice:

    La verdad es que yo pensaba que seria mas “comunista” xD. La sensacion que me da es que te gusto mas de lo que esperabas, pero mucho menos que Tailandia. Asi que no mueves el culo de donde estas, salvo que esuches cantos de sirena del “sol rojo” 🙂

    • En el Sudeste Asiático a mí me gusta Tailandia y sobre todo Bangkok. Pero siempre tengo el gusanillo de moverme a otro lugar, y cuando pienso a dónde me gustaría mudarme… siempre es Taiwán. Antes de venir a Bangkok el plan era Taipei. Y aún lo pienso muchas veces, veremos si al final hago el cambio 😉

  2. Davidsm dice:

    Sin duda Vietnam ha superado tus espectativas y supongo que volveras leyendo tu post, es mi conclusión.

    • Claro, seguramente vaya al norte la próxima vez. Llevo tiempo pensando en pasar un mes recorriendo fronteras por tierra, hace ya años que no cruzo un paso fronterizo.

      Recomiendo Vietnam como lugar al que ir si se está en el Sudeste Asiático. Quizás es de lo mejorcito.

  3. Oscar dice:

    En pocos días has sabido pillar el puntillo de Saigón en todos los sentidos, ya verás que Hanói es muy diferente y allí se ve más el comunismo, o el capitacomunismo, jejejeje. Ya te habrán dicho que pese a terminar la guerra hace tiempo los vietnamitas del sur no soportan a los del norte y viceversa.
    Respecto a los visados, yo obtuve el más rápido en el consulado vietnamita de Pakse (Laos). Casi nadie lo pide allí y cuando rellené el papeleo y pregunté cuándo pasaría a recogerlo me dijeron “espera, sólo son diez minutos hasta que lo firme el jefe” mientras charlaban conmigo de fútbol al ver un pasaporte español.

    • Pues tengo ganas de ir al norte, que imagino es muy diferente. A ver cómo es ese capitacomunismo. Sí que tenía entendido lo de que son bastante más nacionalistas y que no se llevan muy bien, al fin y al cabo su bando fue quien ganó la guerra. Y se quedaron la capital. También me comentaron que hablan peor inglés en Hanoi. O que casi nadie habla nada xDDDD

      Muy buen apunte lo de hacerse el visado en Pakse. Una opción a tener en cuenta, ya que quizás cruce por tierra cuando vaya al norte.

  4. Sergio dice:

    Hola, tengo un par de dudas en tu post:

    “La opción más barata es tramitarlo en Bangkok por 2.000 bahts -algo menos de 50 euros- y esperar cuatro días.”
    Entiendo que te refieres tramitarlo en la embajada de Vietnam en Bangkok.

    “Esta opción no os la darán en la embajada de Vietnam”
    Entiendo que te refieres a la embajada de Vietnam en Madrid.

    ¿Es así?

    • No me expliqué bien, Sergio. En ambos casos hablaba de la embajada de Vietnam en Bangkok. Son 2.000 bahts si puedes esperar cuatro días, aunque nunca te ofrecen esa opción, sino tramitarlo para el día siguiente y pagar 500 bahts más. En Madrid el precio es cerrado y, por supuesto, mucho más caro.

  5. Jose dice:

    De los cuatro paises que visite durante un mes,Tailandia,Camboya,Vietnam y Laos (y por ese orden)los vietnamitas me parecieron los menos amistosos y los camboyanos fueron los mejores con diferencia.Si regresabas de noche al hotel solo el encargado se ofrecia a buscarte chica,pero no al estilo de esa alcahueteria que abunda en Tailandia.En los pequeños hoteles,nuevos y muy baratos,muy limpios,te ofrecian las mejores habitaciones y se preocupan para hacerte sentir bien.He viajado mucho y solo en este pais,Camboya,encontre esto.Estoy hablando de 15 años atras.

    • Hola José. Desde luego, hace 15 años tenía que ser muy diferente y, seguro, mucho mejor en demasiados aspectos. Ahora nos conocen demasiado. Lo que veo que no cambia es Camboya. Sigue siendo el país más amable y donde te hacen sentir mejor. La única pega es que los conductores de motos y tuk tuks te asalten a cada momento, pero por lo demás es excelente. Vietnam ha cambiado mucho también en los últimos tiempos y está seguramente casi irreconocible.

  6. Aaron dice:

    Hola luis

    Realmente al igual que usted de Vietnam mas alla de que le sacaron la shit a los gringos en la guerra, ver la película platoon y escuchar la canción de los Rolling Stone de paint in black y por allí una pagina web que decía que en lugar por Vietnam existe un templo budista que además de rezarle a buda, también creían en Shakespeare. No sabia un carajo, pero me da la impresión que le sorprendió Vietnam a usted amigo, y si por lo que informas parece un lugar bueno, pero me parece que las noches no fueron tan espectaculares.

    • Amigo Aaron, desde que escribí este reportaje he ido unas cuantas veces más a Vietnam. Y me parece un muy encantador lugar. Pero, obviamente, las noches no son como en Tailandia, eso es muy difícil de igualar…

  7. Aaron dice:

    Me lo imagino que así será

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