Visa Run en Rangún: Birmania en paños menores

Ragún

Lo llaman el Reino Dorado por algo.

Cuando hablamos estos días de golpes de Estado en Tailandia, de protestas contra el Gobierno o de militares que se presentan en las televisiones armados de unas tijeras aptas para la censura, algo que pronto se hace latente es cuán diferente es Tailandia de sus vecinos. Incluso de los que están cerca, como su némesis en épocas pasadas. Birmania.

Porque en la que ahora se conoce como República de Myanmar un golpe de Estado sí que se tomaba en serio. Y el silencio en las noches de toque de queda no se rompía con el hielo de las copas, sino con el silbido de las balas. Donde los periodistas no sólo teníamos vetada la entrada, sino que si atrapaban a algún extranjero con una cámara en un alzamiento político se ganaba un disparo. A bocajarro.

Todo eso, no obstante, parece haber quedado atrás. Hace más de tres años que Birmania decidió abrir sus piernas al progreso y al capital exterior. El paranoico y semi-dios general Than Shwe, que mandó construirse una capital a su medida, puso su mandato en paños menores cuando disolvió la Junta militar y se abrió al mundo.

Comunismo Birmania

Queda todo claro en la simbología oficial.

Quizás la decisión tirar la toalla, igual que otras menos acertadas -como la matanza de monjes e inocentes en 2007- fue asesorada por su chamán personal. En eso de que los dirigentes sigan a rajatabla lo que sus hechiceros de magia negra les recomienden, los birmanos son igual que los vecinos tailandeses.

Dicho de esta forma, puede parecer que la visita a Birmania pueda ser toda una aventura de riesgo. Pero no. En realidad, la Birmania de hoy en día poco tiene que ver con la dictadura de hace no tantos años. Así que no me acerqué al eterno enemigo de Ayuthaya para partirme el lomo. Sino para tramitar un visado.

Un sencillo viaje de Visa Run en Rangún, la capital del país. Y he de decir que Rangún, en mi opinión, se ha llevado la palma como ciudad en la que hacerse un Visa Run. Por bonita, económica y, sobre todo, por los pocos problemas que presenta.

Pero, ya que estamos, al menos comentar lo que encuentras en la ciudad y las sensaciones que da. Además de explicar curiosidades como algo que nos encanta. Dónde salir de fiesta en Rangún y otros dulces.

¿De visita o Visa Run en Rangún?

 

Rangún calles colonial

La arquitectura colonial echada a perder en Rangún le da un encanto especial a la ciudad. La lluvia aún aporta más plasticidad.

He tardado mucho en pisar Birmania por primera vez. Era un destino marcado en rojo allá por 2010, antes de que el país empezase a abrirse. Desde entonces, perdí un poco el interés. Ha tenido que pasar un buen puñado de tiempo para que me acercase a Rangún. Y la excusa perfecta fue la del visado.

Pude haber tramitado el documento en Corea del Sur hace un mes, pero quise buscar una excusa que no retrasase más la visita a Rangún. Sobre todo cuando, ahora mismo, volar a Birmania desde Bangkok está a unos 50 euros. Hace unos años el precio era más de cuatro veces superior, pero ahora quien no va es por que no quiere.El visado para Birmania lo puedes hacer en un día en la zona de Sathorn, en Bangkok.

No voy a extenderme con el Visa Run en Rangún en lo que a trámites se refiere para tener tu visado de turista. Pero sí aclarar que podría incluso hacerse con una sola noche en el país, aunque ya que estás de visita, disfruta de lo que ofrece Rangún y Myanmar.

  • La embajada de Tailandia en Rangún es más caprichosa que otras como las de Kuala Lumpur o Hong Kong. Has de salir por aire, así que lleva un billete de avión de vuelta a Tailandia. Y los documentos han de estar bien preparados.
  • Los documentos que has de llevar son una fotocopia de tu pasaporte, dos fotos y el billete de avión. Si quieres saltarte las colas, lleva el documento de solicitud del visado de turista rellenado desde casa.
Embajada de Tailandia en Rangún

La embajada de Tailandia en Rangún.

  •  Has de ir entre las 9 y las 11 de la mañana a entregar tu pasaporte. Hay un vuelo de Air Asia que aterriza justo a las 8 de la mañana. Cruzar inmigración es un momento y todos los taxistas saben dónde está la embajada de Tailandia. El trayecto son ocho dólares. Yo fui directo y llegué a la embajada diez minutos pasadas las 9. Maleta en mano.
  • No va casi nadie a hacer un Visa Run a Rangún, así que yo no me topé ningún extranjero. Tienen colas para dos mostradores, una para birmanos y otra para los demás. Así que llegué con mis documentos listos y me dejaron entrar a una embajada curiosamente más arreglada que otras. Tres minutos estuve allí dentro, lo justo para entregar mis documentos. Adiós a las largas esperas.
  • Al día siguiente, un poco más tarde de las 13.30 fui a recoger mi pasaporte. Otra vez no hice cola. Sin problemas.

Es el primer visado que tramito con tanta facilidad. Ni números de espera, ni asientos incómodos. Sin duda, el Visa Run en Rangún es el más fácil que he hecho en años. Podrías incluso completarlo con sólo una noche en Birmania, aunque sería una pena viajar tan lejos para irse deprisa.

Como información de ayuda, nada más salir de la embajada a la izquierda hay una cafetería con WiFi encima de un taller mecánico. Si eres de los míos y el madrugón a las cuatro y media de la mañana para ir a Don Mueang te ha matado, además de no preparar viajes con antelación, lo mejor es parar allí tras entregar tu visado y conectar tu móvil para recibir los mapas de a dónde quieras ir. A partir de ahí, disfrutar de Rangún. Un lugar encantador y algo de otra época.

 

Mujeres con pasta en la cara, nueces psicoactivas y muchas pagodas

Monje birmano Rangún

Verás muchísimos monjes en sus túnicas azafrán. Ellos son los que se enfrentaron a los tanques del general Than Shwe. Y ganaron.

Birmania goza del encanto de esos países que se han quedado estancados en el pasado, aunque cada vez menos. Igual que Cuba, Internet era un lujo en manos de muy pocos y la población estaba alejada del mundo exterior. Hasta que empezó el país a abrirse.

Hace dos años, aún era normal encontrar mecanógrafos a máquinas de tinta en la ciudad. Ahora se han sustituido por los café Internet y las tiendas de teléfonos móviles. Aún con los avances y la entrada de las primeras marcas internacionales -la tailandesa CP ya ha instalado alguno de sus locales e incluso Mango se ha colado, si bien los americanos de McDonald’s o KFC aún estan por llegar-, en muchas ocasiones piensas que estás en el siglo pasado. Y en un pasado muy raro y que nada tiene que ver con las películas de romanos en Semana Santa.

Los edificios coloniales destrozados y enmohecidos llegaron a recordarme, remotamente, a La Habana. Si te alejas de barrios para extranjeros y de la zona de Dagon y sus centros comerciales, encontrarás mucha gente en sus calles del centro y numerosos mercadillos y puestos callejeros. Más que en Bangkok. Y también muchísima más suciedad.

Edificios coloniales Rangún

¿Para qué complicarnos con poner vegetación y enredaderas en las paredes? Deja que el moho crezca y ya se abrirá camino dejando una bonita fachada birmana.

Si te gusta caminar, es una de esas ciudades con unas distancias ideales. Igual que Kuala Lumpur. Viven unos seis millones de personas, y aun así los recorridos son mucho más cortos que en Tailandia. Mi hotel estaba cerca de la pagoda Sule, lo que podríamos llamar centro de la ciudad, y un día no necesité ir en ningún transporte. Si bien a pie llegué a los restaurantes que quise, a la embajada tailandesa, a la pagoda central del país y otros lugares.

Por supuesto, olvida todo transporte que no sea el autobús -que no hay muchos- o el taxi. Este último funciona sin taxímetro, toda una jugada. Pero es fácil aprenderse los costes. Un dólar si es muy corto y dos si ya son unos cuatro kilómetros. A la noche quieren doblar los precios, basta con el movimiento clásico de irse cuando no quieren negociar para que finalmente acepten tu precio.

He comentado que parte del encanto es su dejadez colonial. Pero la otra gran baza es lo extremadamente local que puede llegar a ser Rangún. Poca gente verás vestida con ropas occidentales, o al menos en su totalidad de vestimenta. Los hombres suelen ir enfundados en el sarong, esa especie de falda larga envuelta en las piernas que tanto gusta a algunos mochileros.

Las mujeres llevan vestidos tradicionales. Más curiosa es la práctica de las mujeres de ponerse una pasta en la cara conocida como tánaka. Se trata de una especie de crema muy densa parecida a la que se usa en Songkran, el fin de año tailandés. El tánaka las protege, tanto espiritual como físicamente, y algunas se embadurnan las piernas y brazos con esa pasta. Algunos niños también lo usan. Y los hombres de la acera de al lado igual.

Mujer birmana con tánaka

La clásica pasta en las mejillas de las mujeres birmanas. En Tailandia también lo puedes ver en las caras de algunas muchachas que, lógicamente, vienen del país vecino.

Más de uno me ha dicho que la sensación que tuvieron en Rangún fue miedo. La ciudad es tan local y alejada de oasis occidentales como McDonald’s o los clásicos centros comerciales que puede imponer. Para mí, en cambio, es una baza. Te hace sentir diferente, aunque ya existan cientos de tiendas Samsung.

Si hay algo a lo que temer en Rangún, yo apuesto por los accidentes. Por un lado, las calles tienen más agujeros que en Indonesia. Las alcantarillas en muchos puntos de la ciudad tienen una profundidad de menos de un metro y medio. Están cubiertas por placas de hormigón. En algunos puntos no hay placas, sólo agujero. Y algunas placas están rotas. Más de uno acaba dentro de una alcantarilla ante este panorama.

Y, claro, luego está el tráfico. El maldito tráfico de Birmania. Si bien los hombres y mujeres de Myanmar son agradables, mejor no te los encuentres al volante. Dejan a los tailandeses como gentes de las más respetuosas en un coche. Además, hay un problemón añadido con lo de conducir.

Taxi en Rangún

El volante de este taxi, a la derecha. La circulación también a la derecha. Algo falla aquí…

Al ser colonia inglesa, la circulación en Birmania era por la izquierda y con el volante en el asiento derecho. Como también en Tailandia. Curiosamente, en 1970 nuestro amigo y semi-dios el general Shwe pensó que sería buena idea adaptar la circulación al modelo europeo continental. Así que cambió el sentido al mismo que tenemos en España y casi toda América.

Lo que no cambiaron fueron los coches con el volante a la derecha. Tampoco los que se venden allí. Así que el lío es monumental, y quienes conduzcan en ambos sentidos seguro que lo entienden. Por otro lado, tampoco hay motos. Las veían muy peligrosas los militares y dejaron su circulación sólo para determinados casos. Se hace muy rara una capital en el Sudeste Asiático sin motos.

Cuando hay que comer, depender de marcas internacionales es casi imposible. Aunque lo cierto es que no se come mal en Birmania. En mi opinión, mejor que en Malasia. Pero peor que en el resto de países del Sureste Asiático. Además, no usan demasiado el picante y no hay muchos platos que no vengan prestados o inspirados de la cocina tailandesa e india.

Messi en Birmania

Messi también caldea el ambiente en las calles del centro de Rangún.

Comer en la calle, como es menester por estas tierras, es lo que se lleva. Con una diferencia. Las cifras que publicó el Myanmar Times el mes pasado denunciaban -estudio serio mediante- que más del 30% de la comida callejera de Rangún está contaminada. La higiene brilla por su ausencia y no tienen problema en tener la carne y los vegetales ardiendo al sol un par de días.

Siempre hay alternativas. Yo, que en cada país que visito en la zona busco un restaurante de ramen, os recomiendo un japonés llamado Reishi en la calle 15th entre las avenidas Mahabandula y Anawratha. No tiene pérdida. Alternativa a delicias locales como los testículos de cabra, muy populares en Rangún. No los probé, ya que siempre hice caso al “de lo que se come se cría”.

Hay varios hoteles por esa zona y casas de cambio. Los hoteles son bastante infectos y caros en Rangún. Y para cambiar dinero hay que llevar dólares sin dobladuras y en perfecto estado.

¿Y qué hay de la gente de Birmania? A primera vista, son bastante agradables. No hablan casi inglés -a menos que sean estudiantes, gentes de negocios o quienes se dedican al turismo- y son respetuosos. No están muy manchados por el turismo y la prostitución no es una práctica tan extendida como en Tailandia o Camboya, así que hay menos público masculino en busca de acción de pago.

Nuez de betel

Los dientes clásicos del usuario de la nuez de betel.

Ya hemos dicho que visten de forma tradicional y que las mujeres usan la pasta del tánaka. Un dato importantísimo es la fuerte adicción que tiene el pueblo birmano a la nuez de betel.

Para quienes no la conozcan, se trata de una droga natural elaborada a partir de la nuez de la areca. Se mastica y se coloca entre los dientes, dando una sensación de euforia y energía. Mata el hambre también -muchos usuarios empezaron a tomarla por falta de comida- y es tremendamente adictiva.

A quienes la están usando se les distingue por su forma de masticar y porque cada minuto y algo escupen una saliva roja.

A quienes sean aprensivos con la higiene, Rangún no es el lugar adecuado.Encontrarse a un coche que para delante tuyo, se baja la ventanilla y alguien escupe un líquido rojo a escasos metros de tus pies no es peor plato de mal gusto que los cojones de cabra. Sumado a las ratas y a los cuervos que comen ratas en las carreteras, el panorama no es apto para escrupulosos. Los birmanos problemas no tienen con ello, y buena prueba es que caminan por la calle descalzos entre todo el percal.

Volviendo a lo de la nuez de betel, te encontrarás a muchísimos locales con los dientes rojos. Ya puedes imaginar de qué es. Quién desee probar semejante invento -conmigo no cuenten- puede hacerlo en cualquier esquina. Ya que se vende tanta nuez como arroz en los mercados. Aunque no de la forma en que se comercializa en Taiwán, donde señoritas en paños menores las ofrecen a conductores lascivos.

Mercadillo Birmania

Un mercadillo al aire libre.

Sin embargo, los birmanos suelen ser majos. No es extraño que alguien se pare en la calle a hablar contigo. Quieren practicar inglés y que les cuenten alguna historia de fuera. No buscan dinero en su mayoría. Aunque también están los que se quieren ofrecer como guías turísticos. Si te molesta uno de ellos, con poner cara de mala leche y enseñarle los dientes se van.

Una bonita historia me ocurrió la primera noche. Regresaba de cenar y de beber unas cervezas en la calle 19, cuando empezó a llover torrencialmente. Me refugié en un portal y, a los pocos instantes, una adolescente sonriente me ofreció caminar bajo su paraguas. Sin segundas intenciones ni pedir nada. Y créanme que en este lugar del mundo sé cuando alguien busca algo a cambio o no. La joven simplemente caminó conmigo preguntándome en inglés qué hacía en Rangún, hasta que dos calles más adelante cada uno iba en direcciones diferentes y nos separamos, sonrisa mediante.

 

Salir de fiesta en Rangún, ¿realmente hay movida?

 

Bar en Rangún

Licorería y cervecería popular en Rangún. Los locales también saben divertirse. A mí me recuerda a las tabernas de mi barrio de extrarradio cuando yo era un crío.

La pregunta a la que muchos esperan respuesta. Y lo que más de uno me ha preguntado en privado estos días. En medio de un Visa Run en Rangún, ¿cómo está el panorama para festejar? Porque, claro, lo que dicen los amigos de Lonely Planet es que a las 22 horas la ciudad está muerta y todo el mundo en casa. Seguramente no visitan el país desde que había toque de queda.

Sí que hay fiesta en Rangún. Mucha más que en Vientiane, por ejemplo. No tanta como en las capitales vietnamitas o en Pnom Pehn y a años luz de Bangkok. Pero se le ven las maneras.  Hay que rascar un poquito en la superficie para encontrar algo, pero te lo puedes pasar bien.

Para ser agradecido, decir que yo contacté con el tipo que escribió este artículo. Sus recomendaciones son acertadas y le puedes preguntar lo que quieras. Es bastante particular, pero qué sé yo. Alguien que está solo tanto tiempo en Rangún no es el típico vecino de escalera que ve el fútbol el domingo por la tarde y a las 8 cada día está puntual en el trabajo.

Coche Playboy Birmania

Este coche lo vi dos noches aparcadas donde iba a tomar cervezas. Es de verdad, vamos. Y esto es lo que pasa cuando se sufren muchos años de dictadura y luego se abre un país al capitalismo tan de repente. Se hacen mezclas más estrambóticas que el calimocho.

Voy a narrar lo que yo vi y lo que pude explorar. Seguramente, no fue mucho. Pero cuanto menos fui capaz de recorrer una buena parte de la noche de la ciudad. Pongámonos en el asunto:

  • Esta fiesta, dicen, ya existía años atrás. Lo que ocurre es que entre tanto toque de queda y presencia militar era más difícil festejar.
  • No está muerta la ciudad a las 10 de la noche. Yo me fui del último garito alrededor de las 2 y aquello estaba a tope. Dicen que más allá de esa hora hay que irse a tugurios. Como el del ascensor y el restaurante en Bangkok.
  • Es extremadamente barato. Cervezas en discotecas son dos dólares. Botellas de whisky con mezcla entre 40 y 50 dólares. Nadie bebe en botella, pese a que hay mesas en la pista para quienes piden en botella. Si lo haces, eres Rey.
  • La gente que sale, obviamente, no es la que suele verse por la calle. Rangún es un lugar con una renta per cápita diminuta. Clases medias hay muy pocas. Así que la mayoría de público masculino son hombres de negocios, quienes están haciendo dinero con la apertura del país. Otros son asiáticos extranjeros. Occidentales hay pocos.
  • Mujeres, ¿a que lo podéis adivinar? Sí, hay mucha trabajadora. Pero de forma diferente con sus vecinos del Sureste Asiático. En muchos casos, las trabajadoras son chicas guapas que ha contratado el club para que hagan bonito. No quieren saber nada de los tipos del local. Sólo están para lucirse. A menos que sean chicas de los bares de modelos. Otra fauna.

Se empieza la noche tomando unas cervezas. Donde sea. Una opción sencilla es en la calle 19, esquina con Mahabandula. Puedes cenar allí en los puestos de comida callejera y te vendrán unas muchachas vestidas como Paulina Rubio en Ni una sola palabra ofreciéndote cervezas de 620 mililitros a menos de dólar y medio. Ese fue mi lugar.

Yangon 19th

Un grupo de jóvenes birmanos disfrutando de comida y bebida en la 19th.

A eso de las 20 horas y con más de litro y medio de cerveza Myanmar -bastante buena, por cierto- me encontré con un garito llamado Lion World del que salía música a todo trapo. Allí pude tomarme otra cerveza y ver el panorama, pero me dijeron que si quería algo de acción necesitaba ir a las discotecas de modelos. “¿Y quiénes son esas modelos?”, pregunté inocentemente. Aunque el tipo que he comentado antes me lo había explicado bien.

Las discotecas de modelos son lugares donde mientras tomas tu copa ves a una selección de muchachas paseando por un escenario. No es algo sucio y podríamos decir que es la hermana puritana de Nana. El público general, formado mayoritariamente por hombres, se acomoda copa en mano y ve cómo, de vez en cuando, las modelos suben al escenario. A partir de ahí, depende del bolsillo y del romanticismo de cada uno.

Yo preferí ir al Channel V. Leí que estaba junto a otro lugar similar conocido como JJ. Ambos los conocía el taxista y, a cambio de tres euros, me dejó en la puerta de un edificio dedicado al ocio donde estaban estos dos locales y otros. El interior de Channel V era el de una discoteca con un escenario y una barra americana.

Quizás porque yo llegué algo tarde ya, cerca de las 10, me dijeron que no había pase de modelos. Pero que todas las modelos estaban en la pista de baile. Bueno, es medio cierto. Chicas tan guapas y tan arregladas no había visto en mis escasos días en Rangún. Pero en Bangkok pasarían desapercibidas. Se les llama a estos clubes discotecas de modelos porque estas chicas, en cualquier momento, salen al escenario y desfilan. Dicen que no con mucha gracia. Como lo llama el amigo que he comentado arriba, el catwalk de la noche. Van vestidas con ropa que en España o Bangkok sería de salir a tomar unas copas, nada que ver con las luces rojas.

Modelos Birmania

El pase de modelos de marras. No, no hice la foto y esto no fue lo que vi y que sí me contaron.

Por supuesto, todas ellas están pagadas por la discoteca. Lo curioso es que, si quieres hablar con ellas, puedes comprar unas flores en un mostrador habilitado y entregárselas a a damisela en cuestión. La afortunada estará obligada a hablar contigo un rato, aunque luego se habrá de ir. Aunque puedes negociar cómo encontraros al cierre del garito.

A mí, sinceramente, todo eso me parecía una versión muy descafeinada del jugueteo de Nana. Cambias a las arañas en paños menores por estas chicas en tejanos ceñidos y a las copas que hay que pagarle a las mujeres por flores y es algo parecido. No estuve mucho rato, la verdad.

Estaba ansioso por ver una discoteca de las de verdad. Sin tanto desfile de modelos. Sabía que la más cercana a mi hotel y la que muchos comentaban como “un clásico” era Music Club en Grand Plaza Hotel. Pero seguramente aquello era algo de otra época. Porque nada más llegar al lugar y preguntar dónde estaba la discoteca, me encontré que habían hecho reformas.

Ahora, The Music Club se llama The Club 51 y cuando entré me topé con dos personas en todo el local y que el asunto va de música remember. Y no como la del Pont Aeri. Cuando entré estaban pinchando el bolero mexicano de “Bésame mucho”. Pero como sin Julio Iglesias no es lo mismo, me largué de allí sin tomar nada.

¿Dónde acabé la noche? O mejor dicho, donde empezó lo de verdad. En la que dicen es la mejor discoteca de todo el país. Pioneer, que está muy cerca del International Hotel, pero que los taxistas conocen de sobra.

Pioneer sí que es lo que esperaba. Un club en toda regla. Mucho más pequeño que los de Bangkok. Pero también demasiado barato y al estilo tan peculiar del Sureste Asiático. Nada más llegar, me junté con un malasio y un birmano que estaban de negocios y estuvimos tomando copas hasta las tantas. Estaban más perdidos que yo.

No hay fotos porque a la que sacas el móvil para retratar algo vienen los porteros corriendo y te obligan a apagar tu móvil. Curioso. El intercambio de fluidos no se prohíbe, la borrachera suicida tampoco. Pero hacer fotos es ilegal. ¿Por qué? Pues por la tradición. Este local pertenece al gobierno de Birmania. Lo montaron los militares para dar un patio de recreo a hombres de negocios y occidentales.

En aquella época intentaban hacerlo todo pensando que podían ocultar la información y quedar bien de cara al público. Y esto de no dejar hacer fotos es un reducto de la época. Conclusión, ¿se puede salir en Rangún? Por supuesto. Y seguro que hay mucho más de lo que yo descubrí.

En lo de ligar, mejor te vas a otro sitio. Las chicas de las discotecas son muy amables, pero terriblemente sospechosas. Además, uno me contó que se llevó a una a casa. La factura ascendió a los cien dólares. Y eso que él pensó que había ligado aquella noche. Como tanto suele pasar en Bangkok.

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25 comentarios

  1. brain dice:

    Menuda “marcha” se ve en el video de la discoteca xD…

    Por cierto, has comentado vietnam. Si has estado alli un dia, podrias contar algo. Yo pensaba que seria como Corea del Norte y por lo visto dicen que esta bastante bien ( dentro de lo que es un pais que ha sido comunista ). Y las chicas por lo visto mas guapas que en Birmania xD

    • Pues precisamente Vietnam es el país de la zona que menos controlado tengo. Y no por falta de ganas. Hace años que quiero recorrer de Hanoi a Ho Chi Min, pero siempre he encontrado alguna excusa para no hacerlo. Como el visado o los siempre caros vuelos. Estoy pensando en hacer un viaje de carretera en agosto cruzando el sur de Camboya hasta Ho Chi Min, y luego subir a Hanoi y regresar a Bangkok por Laos. Pegarme dos semanas de mucho autobús, hostales de mala muerte y presupuesto ajustado. Aunque es cierto que Vietnam nada tiene que ver con Corea del Norte. Está mucho más cerca de Bangkok en todo.

  2. Fer dice:

    Gracias por tus tan emocionantes reportajes. Te sigo desde que me mudé a Asia, ahora en Tao, y me lo paso en grande con tu trabajo.

  3. Xisco dice:

    Quería darte también las gracias estoy cada día mirando si subes un nuevo post en tu blog soy un asiduo de Tailandia de echo voy un mes y medio cada año y al leerte me entran unas ganas de irme a vivir ahí….cosa que tendría que haber echó antes pero ya tengo 31 años 🙁

    Lo dicho sigue así que cuando subes algo me alegras el día

    • brain dice:

      Joder, lo dices como si fueses viejo. Yo tengo 38 y no veo que sea un mal momento para cambiar de aires. Quien tuviera 30…:(

    • Xisco, con (casi) 31 años me mudé yo a Asia. Creo que es un momento fantástico si puedes permitírtelo. Y gracias por leerme, me encantaría escribir a diario, pero no tengo tiempo para ello. Y si queréis que escriba sobre algo en concreto, sólo pedidlo 😉

      Brain, aunque suene a tópico, lo de cambiar de aires no tiene un límite de edad. Aquí en Bangkok hay gente de 30, 40 o 50 con más juventud que muchos de 20 en mi barrio de Barcelona. Y con más motivaciones.

      • xisco dice:

        Jejej ya me gustaria ami haber empezado a viajar antes con 20 pico por tailandia menuda gozada y la de sitios que habria ido ya!! Y ya con 31 e ido a mas sitios que la mallorida d mis amigos!!de donde eres brain? O bueno donde estas viviendo? Luis soy el del face de mallorca!

  4. brain dice:

    Corea es lo mas parecido a España, dentro de lo diferentes que son los países asiáticos. Ademas me gustan las coreanas xD. Pero la verdad es que la idea es moverme bastante por la zona. Parece ser que es bastante barato viajar a países vecinos. De todos modos, veo mas factible pasar un par de años en un país tipo Tailandia hasta que tenga bastante solvencia. Como ya comento Luis, por unos 1000€ así mes ya vas relativamente desahogado… Incluso se puede vivir con menos medianamente bien. En Corea apretando el presupuesto menos de 1000€ es muy justo.

    • Seúl es una pasada, Brain. Aunque el clima es muy extremo en invierno y nadie, prácticamente nadie, habla inglés. Lo de que te gusten las coreanas es algo en lo que ya te entiendo mejor xDDD

      Date una vuelta por Tailandia y decides. Los vuelos son baratos aquí y puedes ir mirando. Cuando yo me mudé a Tailandia mi idea era instalarme en Taiwán o, a unas malas, en Pekín. Me acerqué por Bangkok y al final decidí quedarme en Siam.

      Y sí, en Bangkok con mil euros regulares vives bastante bien. Desde luego, muchísimo mejor que siendo mileurista en España. En Seúl irías muy apretado…

      ¿Lo mejor? Darse una vuelta en vacaciones por unos cuantos países y luego decidir. A mí particularmente me apasiona Japón, pero ahora no es mi plan moverme allí 😛

      • brain dice:

        Basicamente la idea es esa. Ir a probar y si me gusta pues ya es cuestion de lanzarse. En RD estuve un mes. Alli seria igual. Asi tengo tiempo para ver las cosas con calma. El dia que me vaya de España es para no volver, pero las cosas de palacio van despacio xD. Soy aventurero, pero el cambio es muy grande y asusta un poco. De momento perfeccionando el listening de ingles ( que es lo que mas verde llevo ) y de paso entreteniendome con tus posts 🙂

  5. Gonzalo dice:

    Estuve por primera vez en Yangon (Rangún) durante las pasadas vacaciones de Songkran, en abril, y la verdad es que la ciudad me fascinó; es cierto que es una ciudad caótica, sucia, decadente en algunos aspectos y en pleno crecimiento en otros, pero sus colores, la amabilidad de la gente, su apego a las tradiciones y su diversidad étnica me atrajeron sobremanera.
    En mi blog acabo de colgar mi primer álbum de fotos en blanco y negro de esta interesante ciudad:
    http://gonzalobroto.blogspot.com.es/2014/07/streets-of-yangon-i-monochrome-scenes.html

    • Totalmente contigo, Gonzalo. Rangún tiene un encanto especial entre su decadencia y sus tradiciones, además de singulares, son asombrosas. Una ciudad para recorrer a pie y en soledad, disfrutando de todo lo que ofrece a la vista.

      Tus fotos me han gustado mucho, y el blanco y negro le da un toque muy amable al colonialismo decadente de la capital birmana. Gracias por compartir por aquí, voy a seguir navegando en tu blog y disfrutando con tus trabajos. Tienes unas fotos muy bonitas y me gusta el mimo con el que retratas las manos.

  6. Fer dice:

    Hola Luis, hay posibilidad de hacer doble entrada para Tailandia en Rangún? Gracias por tus post y la info. Un saludo.

    • Sí, claro. Las únicas particularidades de la embajada en Rangún es que necesitas un billete de avión para entrar en Tailandia y que has de llevar todos los papeles preparados el día que te presentes a hacer el visado.

      Mi opinión personal es que Rangún es ideal para hacer trámites de visado. La embajada es cómoda y casi nadie va allí.

      • Fer dice:

        Genial compañero, muchas gracias por la info, no sabia que en Rangún hacían la doble, además le pregunté a mucha gente y no sabían tampoco. Me voy a conocer Birmania y me tomaré una cerveza a tu salud. 🙂

  7. Fer dice:

    Hola de nuevo, acabo de toparme que tengo que pagar 50 dolares de visado por entrar en Myanmar para estar unos pocos días y otros 10 más al salir… Es cierto o los Españoles podemos entrar gratis 30 días como turistas? Hay informaciones contradictorias y en la embajada me remiten a su web sin explicarme nada en concreto.

  8. Sí que necesitamos visado, pero no con esos precios. El visado de Birmania lo hice en Bangkok por 810 bahts, esperando cuatro días. Recuerdo que eran mil bahts de un día para otro. A la salida no pagas nada.

    Pero tengo malas noticias. He preguntado a un colega belga que fue hace poco y me dijo que no le dejaron hacer doble entrada. Y en la página de la embajada no dice nada. Tenía entendido que hacían doble entrada desde hace poco, pero parece que no es seguro…

    Aun así, yo sigo recomendando hacerse el visa run en Rangún. El país merece la pena y compensa 😉

  9. CHICHO dice:

    Luis comentarte que fui esta semana a Rangún por temas de visado y no tuve tanta suerte como tú en la embajada: más de hora y media de cola, que salía incluso del edificio y a tramos caía un solano de escándalo. Decir que tampoco fui en la mejor fecha, pues lo hice tras el macropuente del trabajo-coronación de 5 días, pero había pocos farangs en la cola y el 95% eran Birmanos. Las tres ventanillas eran para los no Thai, dejando a los siameses y a los monjes saltarse la cola directamente cuando llegaba alguno. Soltar documentos de 9 a 11 y la recogida del visado la han pasado al día siguiente de 13:30 a 15:00.
    Por lo demás los birmanos estupendos, más agradables que los Thais cuando tratan con un extranjero, las pegas son el trafico y sobretodo la suciedad, o mejor dicho mierda que hay por la calle: daba pánico comer en cualquier sitio. El país está pegando un buen despegue económico y hay que ir a visitarlo antes de que las series de tv coreanas hagan mella en los jóvenes y dejen de vestir ropas tradicionales (que monas estaban algunas): dentro de unos años ya no será lo mismo, y no podre encontrarme, como me paso, a una chica asustada por que no sabía montarse a una escalera mecánica, o el taxista que cuando mi jefe le enseño la tarjeta de crédito para preguntarle por un restaurante que aceptara Visa, no sabía lo que era y tuvo que preguntarle a otro más modernizado que era ese trozo de plástico….

    • Buenísimas anécdotas que te llevas con las historias de escaleras mecánicas y tarjetas de plástico. Birmania ha de visitarse, que hace cuatro años aún había escribanos con viejas máquinas de escribir para que la gente pudiese tener documentos ‘a limpio’.

      Me apunto lo de la embajada y queda aquí para quien tenga pensado ir. Una pena, porque no he tramitado un visado más cómodamente que como lo hice en Yangon. El peor fue el año pasado en Laos, esperando desde las 9 de la mañana hasta casi las 3 de la tarde. Infernal.

      Los birmanos sí que son agradables, y es curioso verlos con sus sarong y ellas vestidas en esos trajes tradicionales y embadurnadas en tánaka. Estoy planeando un viaje para el próximo invierno en el que pienso recorrer Birmania en moto, seguro que en los pequeños pueblos hay cosas interesantes.

      Me alegro que disfrutases en el país vecino 🙂

  10. Aaron dice:

    Mierda que gran revolución es Myanmar ahora, realmente si se ve interesante darse la vuelta por allá.
    Es un país bien chapado a la antigua, eso no hay ningún problema creo que así mismo se puede construir algo nuevo poco a poco, sin dejar las tradiciones del pueblo. Que esta es la parte que un colono fundamentalista no entiende, ya que siempre tiene una vida inconforme con los demás que son diferentes.

    Ese restaurante japonés creo que seria lo mejor en vez de una comida en la calle.
    Coño que problema caminar ´por allí, si quedas adentro de una de esa alcantarillas después quien carajos te saca de allí. Una pregunta luis como es la seguridad del país.
    Una mujer 100 dólares, ni loco follo por ese precio, ni lo pago estando por aquí. Y esas modelos de pasarelas se ve algo aburrido, una pregunta pudiste negociar algo con ellas.

    Esa nuez ni loco la pruebo, ni en China la pruebo aunque venga Gong Li con Lucy Liu desnudas a venderme. Se ve una droga que te saca sangre por la boca.

    Bueno el articulo de los mecanógrafos esta bueno – Los mecanógrafos de Rangún se han defendido de la competencia de las nuevas tecnologías ofreciendo mejor precio y la garantía de un servicio sin virus ni apagones en una ciudad que sufre constantes cortes de luz. Una página mecanografiada a una media de 50 palabras el minuto se paga a 300 kyats (25 céntimos de euro), la mitad de lo que piden los recién llegados con sus sofisticadas computadoras.

    Bueno poco a poco veremos como evoluciona el país, en cuanto a el amor no debe ser occidentalizado. 100, noooooooo………….jajajaja

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