Prayuth, entre el ‘Dios, Patria, Rey’ y el poder absoluto
Si hay algo que muchos recuerdan del Carlismo en España es que, aún sin comerse un colín, fueron siempre unos palizas. Ya podían pasar décadas o siglos, que ellos seguían ahí erre que erre. Es más, aún siguen. Pero lo que le hace a uno escurrirse los sesos es si todo esto del karma no hizo que alguno de esta tropa renaciese en el Sureste Asiático. Al menos eso me hace pensar el discurso de Prayuth Chan-ocha.
El general que dirige Siam desde hace casi un año sin haber pasado por las urnas tiene mucho de los carlistas. Sobre todo en relación a sus ideales. Dios, patria, rey. Ese era el lema de los defensores de Carlos y sus sucesores, que no dudaban en que lo que España necesitaba era eso y no paparruchas democráticas. Lo mismo por lo que apuesta Tailandia ahora mismo.
En todas las emisoras de radio siamesas, y también en televisión, diariamente se explica al pueblo qué es lo que han de cuidar para que el país prospere. “La regeneración de Tailandia se ha de basar en tres grandes ejes: Nacionalismo, religión y monarquía”. Vamos, lo mismo que los carlistas y su Dios, patria, rey.
Ahora mismo, cuando el mes que viene se celebrará el aniversario del golpe de Estado, y con un primer ministro que cada vez aparece más cabreado en público, nuestro hombre puede darle otra vuelta de tuerca al sistema. Puede hacerse con todo el poder.
Por supuesto, lo maquilla de la mejor de las maneras. El fin de la ley marcial. Con el objetivo, reconocido por el propio cuerpo militar, de agradar a la comunidad internacional, que no ve bien lo de que los militares puedan hacer lo que les venga en gana. Lo que ahora en lugar de estar en manos de los de verde, será Prayuth quien aglutine todo en su persona.
Nacionalismo educativo
Nacionalismo, religión y monarquía. Un bonito cóctel para refundar las bases del país en el que muchos se preguntan, ¿y qué tal la educación y la información? Pero eso no importa. O bueno, no importa a los que mandan, que siguen los intereses de los de arriba.
Porque el gobierno militar de Prayuth dice que está al servicio del país. Pero está arrestando a toda la cúpula de los Shinawatra, los que siempre ganan en las elecciones con los votos de la mayoría pobre del país. Y mientras, le hace el juego a los de siempre. A los que mandan y a las clases dominantes del país.
Y esos no necesitan educación de calidad, por ejemplo. Porque envían a sus hijos a las mejores escuelas de Europa o Estados Unidos, sin confiar en lo que se enseña en Tailandia. Donde se vende el amor a la patria. Y ciertamente, logran lo que se proponen más o menos, ya que en Tailandia se acepta que decidan los de arriba.
Ese despotismo ilustrado sin ser ilustres ha funcionado desde hace décadas en Siam. El problema es ahora, que existe Internet y hay redes sociales. Y por mucho que el gobierno actual ponga ahínco en la censura, sufre para que no le crezcan los enanos.
Así se entiende que Prayuth incluso se lance a amenazar a los periodistas “que no digan la verdad” al decir que “probablemente se les ejecute”. Así de directo. En el país de los hombres libres al final sólo habrá libertad para ir a pasear por los centros comerciales. Esta semana se ha estrenado otro, por cierto.
¿El fin de la ley marcial de Prayuth?
Sin embargo, el fin de la ley marcial ha llegado. Lo curioso es que, en lugar de reducir el poder de los que no fueron votados, los expertos aseguran que “profundiza en la dictadura”.
Al mismo tiempo que eliminaban el poder absoluto de los militares a hacer lo que considerasen oportuno sin preguntar, Prayuth se sacó de la manga el artículo 44 de la constitución interina de la junta. Que viene a otorgarle poderes “absolutos” a él y sólo a él para saltarse la legislación, la administración y los tribunales.
Antes eran los militares los que podían hacer y deshacer sin preguntarle a nadie. Ahora ni siquiera a sus propios militares tendrá que rendir cuentas el primer ministro no electo.
Ya se ha confirmado que los militares podrán seguir arrestando a quienes consideren oportuno sin órdenes judiciales. Con la intención de Prayuth basta, como se detalla en esta historia elaborada por AFP. Cuanto menos, algunas zonas del norte, contrarias al poder impuesto, quizás vean menos a los de verde haciendo de las suyas ahora que no hay ley marcial.
Mientras, Prayuth sigue queriendo demostrar al mundo fuera de Tailandia que tiene sus motivos. Y que la democracia no es siempre lo mejor para un país, sobre todo en el Sureste Asiático. Hoy se ha lanzado en inglés para explicar a una periodista australiana que “Tailandia es como una camisa” en la que hay botones, pero que quizás no sea sólo una camisa, sino también un pantalón. Parece que se refería a que la democracia en Tailandia es un botón de la camisa que no está bien porque se pone en el pantalón. Quien quiera seguir descifrando el mensaje, puede escucharlo aquí.
Sobre cuándo habrán elecciones, de momento no sabe y no contesta. Aunque lo cierto es que, pese a lucir siempre enfadado, de momento se mantiene en el poder. Porque ahora es fácil, el país lleva años de crecimiento y aún no ha estallado la burbuja tailandesa.
¿Qué pasará si le pilla la crisis? Normalmente, el pueblo se adormece cuando hay dinero, trabajo y todo va bien. Y se rebela en el momento en que todo eso se tambalea. Si Prayuth alarga demasiado su estancia, quizás empiecen a haber descontentos que opten por manifestarse en lugar de ir de shopping.
En algo hay que darle toda la razón a nuestro hombre. Es difícil la democracia en Tailandia y no ha dado muy buenos resultados. Pero quizás la solución pase por darle medios al pueblo, abrir un poco la mente y ofrecer libertades en lugar de sedar a las gentes del país. Desde luego, apostando por el Dios, patria, rey poca cultura crítica y democrática puede nacer.
La historia no se repite, pero rima muy bien. Saludos
Ciertamente sigo con asombro y pena esta historia de Tailandia que se repite desde hace casi 100 años con tantos golpes de estado y la eterna lucha rojos-amarillos. Me parece curioso y hasta irónico que hoy, en 2015, sea Tailandia la gobernada por los verdes y sus vecinos birmanos se encuentren en proceso de vivir sus primeras elecciones democráticas en 25 años. Las vueltas que da la vida por esos rincones del mundo…
Eso si, yo creo que Carlistas de Dios, Patria y Rey llevan siendo mucho tiempo, solo que sustituyendo a Dios por Lord Buda claro! Diría que son más papistas que el Papa, pq pocos países he visto con ese enaltecimiento del nacionalismo, la religión y su querido y adorado rey dios padre BMB (lo pongo así no vaya a ser que te caiga un brown…)
Un saludo!
Deberían prohibir la jubilación. Convierte a generales en dictadores xD
Vaya una ironía sería, Iñaki. Que en Birmania al final Suu Kyi lograse poder presentarse a las elecciones y las ganase, mientras en Tailandia siguen a lo suyo. Menudo cambio después de las barbaridades que hicieron allí los militares, sobre todo durante la época de Than Shwe.
Y sí, lo de su Dios, patria, rey es viejo. Y lo defendido desde siempre por los de arriba en este país. Sólo que ahora quieren darle más fuerza para apagar a los rojos. Futuro complicado espera con este panorama, ¡saludos!
Brain, ¡ahí le has dado! Pero mejor no lo digas muy alto, no sea que se enteren en España y sirva de excusa para alargar la jubilación al infinito 😀
Hace poco estuve recorriendo Tailandia y hay algo que no entiendo… por qué tanta sumisión hacia el Rey?? qué hizo o qué hace para que todos lo alaben??
Los Tailandeses reciben dinero del Estado, es decir, algun plan social o subsidio??
Gracias.
Tailandia es un caso que se estudiará en un futuro como ejemplo de adoctrinamiento. Y mucho más…
comunismo-dictadura-democracia-socialismo. Me parece solo nombres diferentes con casi los mismos compuestos para gobernar. Todo gobernador o gobernantes dependen de sus aptitudes y actitudes al gobernar.
Luis, Eso del karma, si puede ser algo real también, ya que creo que todo ser humano tiene muchas vidas.
Lo que si puedo decir que admiro del Rey Tailandes, Bhumibol Adulyadej es que el se quito la corona por un tiempo para andar a pie como un monje budista para que le den ofrendas de comida. Algo que de seguro no hara el hombre que se escribe aquí.
Lo que no entiendo y me pregunto es que parece que el Rey de Tailandia parece mas un figura de presentación de lo que debería ser el país, pero realmente no es el que gobierna. Me pregunto por que
Bueno este general las primeras 4 letras de su nombre dice rezar asi que imagínate esa vaina de dios.