La recta moral militar y su ‘purificación’ de Tailandia
“Debería estarle agradecido a Prayuth, gracias a él estoy enderezando mi vida”. Estas palabras no salieron de los labios de ningún tailandés, sino que fueron pronunciadas así, en castellano. Es el discurso que ha adoptado un buen amigo estos días. Según él, gracias al nuevo Gobierno militar del general Prayuth Chan-Ocha ha cambiado sus hábitos. Para bien, sin duda.
Mi amigo era un habitual de la noche de Bangkok. Sus fines de semana siempre eran iguales. Dormía durante el día, se levantaba a medianoche cuál vampiro y salía a quemar las discotecas. En lugar de beber sangre sobrevivía a base de whisky, claro. Hasta que regresaba a casa cuando el sol ya llevaba horas calentando Bangkok, para poder dormir hasta la siguiente noche.
Desde hace varias semanas, mi amigo ha tenido que cambiar su forma de vida. Los militares cierran (casi) todos los garitos a las 2 de la madrugada. Si antes tranquilamente pedía su primera copa pasada la una de la madrugada, ahora se ha acostumbrado a recorrerse la ciudad en taxi buscando garitos pasadas las 2. Algo siempre se encuentra abierto, pero ya no es lo mismo. Mi compatriota se ha visto forzado a cambiar sus costumbres. Ahora es un hombre recto.
Ya no duerme durante el día ni mucho menos antes de salir de fiesta. Llega a los clubes poco más tarde de las 22 horas y ha llegado a aprovechar sábados y domingos en horario diurno. Incluso le ha cogido el gustillo a lo de ir al gimnasio. Si el bueno del general que ahora es primer ministro de Tailandia supiese de la historia de mi colega, seguramente se sentiría orgulloso. Porque el militar asegura devolver la felicidad a Tailandia. Y de paso limpiar el país.
Limpieza en la capital del pecado
Hemos hablado en los pasados meses de las acciones favoritas del nuevo Gobierno militar. Lo que más importa a muchos es el cierre de las discotecas. Pero a mí me interesa más que prohíban la lectura de 1984 de George Orwell, organicen fiestas para “devolver la felicidad” en las que piden a los ciudadanos que suban fotos sonriendo a Instagram o que regalen fútbol en la televisión mientras censuran medios internacionales.
Y con el objetivo de “restaurar la paz” y “devolver la felicidad”, una de las acciones más sonadas está siendo la limpieza del país. En esta categoría entra lo de cerrar los garitos a las 2 de la madrugada. Aunque más sonado está siendo lo de limpiar las playas de su fauna artificial.
Lo de las playas paradisíacas en Tailandia es bastante relativo. Seguramente lo fueron en su día, antes de que alguien descubriese su potencial turístico. Ahora pocas playas se libran de estar llenas de timadores, vendedores de artículos que no necesitas y de suciedaden las playas. Como incontables hamacas en la arena. Una actividad humana que convierte el supuesto paraíso en un mercadillo de fideos, camisetas baratas y cerveza caliente.
Esto no debía gustar al nuevo primer ministro. Desde hace semanas que se está dedicando a limpiar las playas del país. De momento, Phuket y Hua Hin han visto cómo ya no cuentan con la dañina sub-industria turística que tenían. La foto de arriba lo deja claro. ¿Qué persigue la Junta militar con todo eso? Quizás sólo “devolver la felicidad”. Pero, de momento, ha logrado quedar bien con el pueblo. Incluso en CNN permitieron un artículo de opinión en favor del golpe de Estado. Del que la cadena no se responsabiliza por motivos obvios, pero que ahí está.
Ahora, parece ser, los militares quieren pasar la escobilla del baño a lo que consideran uno de los rincones más sucios de toda Asia. Pattaya. El que a veces es nombrado como el mayor burdel del planeta está amenazado, o eso dicen. “Queremos cambiar la imagen de Pattaya como la ciudad del pecado para que sea un lugar amigable para todos los públicos”. Esas son las palabras de los oficiales al mando.
La policía en Pattaya, que nunca quiso luchar mucho contra el pecado pero sí poner la mano para mirar hacia otro lado, se ha puesto a hacer los deberes deprisa y corriendo, sabiendo que los militares pronto se pasarán por allí. En el lugar del mundo con mayor concentración de prostitutas, ahora quieren acabar con la prostitución. El que ha sido el único atractivo para prácticamente todos los extranjeros que se dejan caer por allí. Cierto que Pattaya tiene otra cara amable. Pero siempre ha quedado eclipsada por la industria de la carne.
Así que, antes de que lleguen los de verde, los del uniforme marrón -porque en Tailandia la policía viste de marrón, aunque pocos marrones se coman- han empezado a patrullar la ciudad y han descubierto que, si quieren poner veto a lo que antes no molestaba, andan escasos de efectivos. Por ello, ahora los agentes van acompañados de voluntarios. A cada pareja les acompañan cuatro ciudadanos con ganas de sacar a las putas de la calle.
Como siempre, están pagando el pato las señoritas más altas. “Arrestamos a todos aquellos que comercien con sexo; la mayor parte de arrestos son a ladyboys“. Ya se la han cargado las mujeres con manivela, que son más de la mitad del centenar de arrestos por día que llevan a cabo los hombres de marrón. “Esta es mi versión de devolver la felicidad al pueblo de Pattaya”, afirma el jefe de los de marrón a los medios, en un guiño al de verde que ahora domina el país.
¿Seguro que es el fin de la corrupción?
Todo esto está muy bien. Pero Tailandia es un país que difícilmente puede escapar a la corrupción. Y al cortar centros nerviosos de las redes corruptas del país, lo que puede acabar ocurriendo en la calle es que aparezcan nuevas corruptelas y mucho agente nervioso. Sólo hay que abrir un poco los ojos en las situaciones candentes de estos días.
Como el pasado fin de semana. Siempre que es fin de mes, los controles de alcoholemia y de drogas se multiplican en Bangkok. No porque se suela beber para calmar la espera del siguiente sueldo, sino porque muchos agentes andan escasos de efectivo. Mientras el Gobierno del general Prayuth afirma luchar con contundencia contra la corrupción, el jueves a nosotros nos pararon en un control de alcoholemia y lo primero que nos dijo un hombre de marrón es “si no queréis soplar, hablad conmigo, existe una forma de evitar el control”.
No hizo falta acceder a esa “forma de evitar el control”, pero me pregunto yo dónde estaban los militares que se dedican a llevarse hamacas de la playa cuando ocurren estas cosas en la capital.
Otro ejemplo. El viernes pasado, tras meternos en una casa reconvertida a club en el soi 33 de Sukhumvit que abría en horario ilegal, la policía acabó llegando alrededor de las cuatro de la madrugada y clausuró el garito. Mientras el personal se escondía en los armarios de las habitaciones, los agentes fueron muy estrictos. Sólo querían una cosa: encontrar droga. Nos registraron a todos (varias veces) antes de dejarnos salir. Con la excusa del cierre de los garitos, ahora hay una nueva excusa para controlar estupefacientes.
Y cuando hablo de que cercenar parte del problema origina otros, podemos comentar lo que ocurrió el pasado sábado entre las 2 y las 3 de la madrugada. En los centros populares de Sukhumvit ningún taxista quería parar a recoger clientes. Recorrían la avenida arriba y abajo, encendidas las luces que avisan de que está libre, sin parar a por ningún cliente.
¿Por qué? Es su manera de protestar al haber perdido las jugosas comisiones que ofrecían las discotecas de arañas que ahora están cerradas. Los conductores que se hacen la noche ya no tienen oportunidades, mucho menos aún pagos de clubes que ahora están con la persiana bajada.
Así que a la hora crítica era normal ver en la calle a muchos grupos de gente cabreada por no poder volver a casa. Vimos cómo una pareja tailandesa paró a dos agentes en moto y les preguntó si podían hacer algo. “¿Seguro que no quieren llevarte a casa los taxistas? No creo que sea así, todo funciona a la perfección”, dijeron con una sonrisa antes de salir escopeteados de allí ¿Es así como piensan devolver la felicidad a los que quieren volver a casa?
El problema es que tengo entendido que el general es ahora el primer ministro no? Cuantos años de penitencia calculas que se ha de pasar antes de volver al paraiso? 🙁
Sí, claro. Es primer ministro hasta que convoque elecciones, que se prevé puedan ser en octubre del próximo año. A mí lo que más me preocupa es qué va a pasar con la corrupción y todo esto de la ‘felicidad’.
Muy bueno. Puedo compartir el articulo en facebook?
¡Claro! Comparte siempre que quieras 😉
Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga. Habrá que verle el lado positivo como tu colega.
La parte positiva es sin duda que Tailandia es tan seguro al menos como lo era antes. No hay problemas para los extranjeros y venir aquí de turismo es igual de bueno que antes.
De turismo o de Transfer.
Creo, Oso, que los que vienen de transfer tienen fiesta hasta las 8 de la mañana 😀
A mí lo que me da más miedo es que el General golpista (que debía pasar a la reserva y jubilarse ahora en Septiembre), según afirmaba un artículo que lei, decía que los opositores al golpe le estaban realizando magia negra porque se había levantado con un fuerte dolor de garganta y que se había puesto en manos de “sanadores” (muy típico de las zonas rurales los monjes que te quitan el mal de ojo) para contrarrestar los ataques. Cierto es que mucha gente vive ahí con las supersticiones, me recuerdan a nuestras abuelas. Pero creo que un “jefe de un estado” golpista o no, queda muy mal de cara a la galería internacional hacer esas declaraciones. Me recuerda a cierto gobernante latinoamericano que comentaba problemas de masculinidad a los hombres que comían mucho pollo. Desde luego que es de risa.
A mi me da pena, un país con el potencial que tiene Tailandia no sea capaz de mantener una estabilidad política, si ya un país estable políticamente da pie a cultivar corruptos, en Tailandia la corrupción la tienes desde el primer general a la ultima salamandra que te encuentras en el techo de una casa.
La corrupción está presente en todos los estamentos del país, es más, la gente ya lo tiene asumido como algo normal. Recuerdo hace unos años, las primeras veces que fui a Tailandia me disponía a pasar un día de paseo con mi esposa, mi crio con 3 añitos, la suegra y conducía mi cuñada. Había controles de acceso, por parte de la policia a Korad, pensaba que el control se debía buscaban a algún delincuente, pero no, me contaron que se ponían ahí un par de veces al mes a modo de “recolecta para ayudar a los agentes”. Así que cuando nos toco el turno, le dimos un billete de 100 bath al agente que se acerco y pudimos acceder a la ciudad. Alucinante ¿verdad?. Si había algún “chulo” que no quisiera ceder la aportación, cual cosa no suele pasar, simplemente le pasaban la lupa y se iba con mas multas de lo que le hubiera costado pagar esos dos euros de entonces.
Volviendo al tema, lo malo es que en las próximas elecciones, volverá a repetirse la historia de siempre. Las primeras, amañadas lógicamente, ganara algún gobernante del lado de los golpistas. Las segundas, ganara probablemente la oposición que una vez en el gobierno, intentara mellar el poder de los aposentados. Tanto en la política como en el ejército emprenderán reformas y de nuevo, algún otro general volverá a realizar nuevo golpe de estado.
Creo que esto ya se ha convertido en tradición tailandesa.
¡Saludos!
Toda la razón, Fran. Lo peor del caso es que lo acaba pagando el pueblo de Tailandia. Tengo a muy buenos amigos críticos con la situación, que siempre recuerdan que no hace tantas décadas Corea del Sur era un país con peores perspectivas que Tailandia, acosado por una guerra y sin los recursos de Siam. Y ahora miran a Corea y, en lugar de querer copiar su moda, lamentan que en Tailandia no se iniciase jamás una reforma como la coreana, centrada en la educación, la creación de economías de valor añadido y la persecución de la corrupción. Quizás Corea del Sur no sea un buen ejemplo de lugar donde vivir -alcoholismo, jornadas maratonianas de trabajo, niños obligados a competir por notas con menos de diez años-, pero sí de cómo desarrollar un país.
Mientras, en Tailandia tenemos lo que dices. A un general que estaba a punto de jubilarse y que ha decidido hacer un último favor al país prestando su servicio tomando el poder. Veremos si para esas elecciones de un posible octubre de 2015 no se acaba presentando como cabeza de lista.
Lo de las supersticiones en las altas esferas da una imagen casi cómica del país, ciertamente. Pero no es sólo ahora. Siempre ha manifestado orgulloso el ejército que antes de cada misión importante visitan a populares hechiceros. Y que antes del golpe de 2006 para derrocar a Thaksin contaron con la ayuda de uno de los chamanes camboyanos más importantes. Y declararon contentos que gracias a eso el golpe fue un éxito. Por cierto, el mismo Thaksin declaró a los medios internacionales, hace cuatro años durante las protestas de los rojos en Bangkok, que la escalada de violencia se debía a los movimientos astrales de Marte sobre Saturno y que cuando cesasen todo volvería a la normalidad. Decir esto ante la prensa internacional sólo lo puede ver con orgullo un líder de los que, desgraciadamente, tiene Tailandia.
Veremos qué pasa en las siguientes elecciones. El dato negativo es que el poder se lo van a seguir repartiendo unos pocos y que el poder militar aumentará presupuesto, como suele ocurrir tras cada golpe. Ahora los militares dicen estar combatiendo la corrupción con todas sus fuerzas, pero más allá de haber subido salarios a los policías yo no veo un cambio notable. Sólo para acabar, podemos recordar que los estudios que salen periódicamente del dinero que se pierde en corrupción en Tailandia afirman que si todos esos bahts se destinasen al país rápidamente se convertiría en uno de los más avanzados del mundo.
Efectivamente, el crecimiento de corea es envidiable, pero hasta cierto punto, porque debajo de esa capa de bonanza, luces y chicas-idolos perfectamente prefabricadas, esta lo que tu comentas y que no se ve; alcoholismo, presiones psicológicas a los niños para que sean los mejores, abusos laborales que luego acaba como acaba, en incrementos de casos de violencia familiar, suicidios, etc… me suena a muy japonés.
Pero al otro lado, en Tailandia la cosa esta como esta, tienen poco que hacer y se aburren mucho, al menos en las zonas periféricas a Bangkok. Los casos de alcoholismo, drogadicción y violaciones son preocupantes, tenemos una hija de 5 años y mi mujer, aun siendo tailandesa, tiene miedo de ir allí ahora con la niña porque no se fía ni de sus primos y lo comprendo.
A mi entender, el ejército no hará nada, salvo lavar la cara del próximo candidato a las posibles elecciones del 2015 cerrando 4 clubs de alterne de los no afiliados a ciertas “mafias” y metiendo en la cárcel a otros tantos contrabandistas con mala suerte. Pero lamentablemente, si la reforma no se realiza desde el mismísimo estamento gubernamental volverán a lo de siempre.
De todos modos, el pueblo Tailandes es muy peculiar como ya sabemos y quizá por ese sentimiento de parecer un tanto inocentones o raritos en sus cosas, la escena mundial no les toman en serio, ni para lo bueno, ni para lo malo. De hecho, cuando estaba la hermana de Thaksin recuerdo con amigos que bromeábamos en cuanto tardarían los militares en dar un nuevo golpe de estado.
Para mí, a día de hoy Tailandia es el lugar perfecto para pasar la jubilación, si es que en occidente, dentro de 25 años aun contamos con “jubilación”…
La próxima vez que vaya voy a ver si encuentro un buen chaman camboyano que me haga un conjuro para que me prejubilen a los 45 jajajaja
Saludos y excelente trabajo Luis, no paresssssssss!!!
Hola Luís!
Sigo tu blog desde hace un tiempo y es la primera vez que me decido a escribir. Gracias por todos tus posts me encanta como escribes 😉
La verdad esque fue un gozo visitar Phuket y poder ir a una playa desierta, no encontramos rastro ni de sombrillas, ni de amacas ni de tenderetes vendiendo y acosando. En las 3 semanas que estuve tan solo vi un puñado de tuk tuks, y los taxis no nos exigieron precios desorbitados porque había una base militar que comprobaba lo que pagábamos al taxista. A nosotros nos ha beneficiado mucho y hemos disfrutado de un phuket mas relajado. Aunque no sé como era antes, los locales con los que nos hospedamos estaban muy contentos con todas estas nuevas reglas. Aunque estoy segura que todo tiene su parte buena y su parte mala como todo en esta vida 😉
Un abrazo desde Ko Lanta y sigue con tu estupendo trabajo.
¡Hola Patricia!
Claro que todo tiene su parte buena y mala. Y, desde luego, lo de la limpieza de Phuket es algo de agradecer. Porque también está lo de los taxis, que siempre fue un dolor allí y los militares no dudaron en limpiarlo rápidamente. ¿Aguantará? Nadie lo sabe, pero cuanto menos ahora Phuket es sin duda más agradable.
Y lo de las playas, sólo hay que ver las fotos. Pero si has podido disfrutar de sol y arena sin hordas de vendedores de hamacas estropeando el paisaje y los chiringuitos que ensuciaban todo, ya lo puedes imaginar.
De momento, le han dado mucho bombo a estas limpiezas de playas. Es normal, es algo muy visible y les da muy buen nombre. Ya veremos cómo acaba el asunto, limpiar de corrupción el país no será fácil y no quedaría títere con cabeza…
¡Pasadlo bien en Koh Lanta! Anímate a comentar cuando quieras 😉
Esta es la versión de felicidad mas loca que he visto………..jjajjajaj
Si no hay fiestas y mujeres se llevan la soga al cuello.
Coño pero esa vaina que no hay transporte en horas de fiestas, eso si es una k breasion.
El salario de esos polis o militares debe ser muy malo. Cuanto ganan esos polis?
El salario de los policías es a partir de unos 400 dólares el más bajo. Pero lo doblan y mucho más con sus mordidas. Los militares ganan mucho más…
Hola Luis
He escuchado que con 400 dólares se puede vivir bien en Tailandia, al menos mejor que en occidente pero con algunas restricciones, haciendo algunos cálculos mensuales en los gastos, se puede acomodar una mejor vida que en occidente, como usted ve este salario ? Un farang podría ganar un sueldo de 400$ o un poco mas en Tailandia?
Hola Aaron. Mejor que en Occidente, claro. Pero con 400 dólares en Bangkok, que son unos 14.000 bahts, no vives bien. Podrías estar como muchos tailandeses que cobran eso, pero con muchísimos agravantes: a ti no te hacen precios especiales, no conoces dónde encontrarlo todo más barato y lo peor de todo es el visado. Salir a renovar visado puede ser un gasto de 6.000-7.000 bahts cada dos meses y luego 2.000 para el tercer mes. Vamos, si descuentas eso del visado y haces números, te quedas con 11.000 mensuales.
En Bangkok imposible. Deberías vivir en un tugurio radiactivo por 4.000 bahts, siempre que firmes contrato en un chiringo para tailandeses de escaso poder adquisitivo por seis meses. Te quedarían 7.000 para pasar el mes. Si pasas hambre y comes de lo más tirado de la calle, entre desayuno, comida y cena puedes gastar unos 120 bahts diarios, 3.600 mensuales. Ya solo te quedan 3.400 para otros gastos. Una cerveza de medio litro en el supermercado son 55 bahts, en un bar de calle son 80 y en discotecas entre 150 y 200 bahts. Una noche, si consumes una única cerveza, puede salirte por unos 500 bahts con el taxi. Pero no es plan, la verdad.
En Chiang Mai sería lo mismo, solo que comerías más y mejor, la cerveza es más barata -hay sitios que por 300 bahts tienes barra libre durante una hora con algo de comida- y que el apartamento estaría mejor. Las zonas de playa son caras e Isaan no merece la pena como recién llegado: Nadie habla inglés.
Lo dicho, con 11.000 bahts -ya habiendo descontado los gastos de visado por mes- vivirías mucho mejor que en Occidente con ese dinero. Pero no disfrutarías de lo que ofrece el país y sería bastante duro.
Ven con más dinero. O al menos pide trabajo en Chiang Mai, aunque sea en los call centers de CLBS o Fields Analytics. No pagan mucho, pero hacen permiso de trabajo.
🙂 excelente, gracias por el analisis para tomarlo en cuenta. Ire con mas dinero de seguro. Realmente me gustaría quedarme.Solo para saber, una pregunta Para ir por 2 semanas con 1000 o 1500 dólares estaría bien ?