El atasco en Bangkok, ideal para almorzar y maquillarte en el coche

Tráfico en Bangkok

Tailandia es un país donde se rompen récords. Sus gentes están muy orgullosas de ser el principal productor de arroz del mundo. No tanto de ser también número uno mundial en golpes de estado padecidos. Y la capital también tiene sus méritos. ¿El más reciente? Bangkok ha sido declarada como la ciudad en la que más tiempo se pasa en atascos para ir al trabajo. Hasta dos horas pierde un tailandés en el tráfico.

Y no es que lo diga sólo la reputada Worldmapper, es que también lo digo yo. Conducir en Bangkok es algo muy budista, casi zen. Porque necesitas toda la calma del mundo para invertir una hora en un trayecto que en metro serían menos de diez minutos. Por eso mientras te desesperas en un atasco puedes ver cómo la chica del coche de al lado acaba un informe en su portátil apoyado contra el volante, el tipo del taxi juega a su PSP o un motorista pasa entre los coches dando gas con una mano y chateando en su móvil con la otra.

Conduciendo en Bangkok y viviendo en el tráfico de sus carreteras he visto casi de todo. Y quería contaros lo más bizarro de la situación. Empezando por el fragmento de una novela que relata su primer contacto con el tráfico del centro de la capital.

Lo que vi al salir del metro en el centro de Bangkok, cuando el calor sofocante me dio su particular bofetada, fue lo que había visto en el mapa del metro. Un cruce. Pero un jodidamente enorme cruce que me dejaba aplatanado, atontado y asombrado. Dos grandes avenidas que dejarían a la Gran Vía en paños menores chocaban ante mis narices. Con semáforos armados con segunderos temporales que indicaban a la convención de coches parados que tenían que esperar doscientos veintidós segundos antes de tener unos escasos quince segundos para pasar.

Taxis rojos, verdes y amarillos, como las pastillas valencianas de Paco Pil, y también rosas como el de las Barbies, se mezclaban con tal cantidad de motos y coches que no dejaban correr ni el aire en la carretera. Todos ellos esperaban aquellos doscientos veintidós segundos para tener otros quince en los que moverse.

Los locales se lo tomaban de buen humor dentro de sus vehículos. O eso parecía, ya que vi dentro de los coches cómo las chicas jóvenes se maquillaban, los taxistas se comían un plato de arroz picante y algún ejecutivo escribía su informe en el portátil mientras esperaba tres o cuatro rondas de doscientos veintidós segundos para avanzar unos metros. Seguramente exista alguna novela tailandesa que en los créditos finales diga escrita en los atascos diarios en Asok.

El coche se convierte en librería y tocador

 

Tráfico en Bangkok

A los conductores de tuk tuk no les gusta leer la prensa en el bar. Lo prefieren hacer en el atasco. Foto: CptScarlett78

Mi amiga Puung es una buena chica. Hace poco se compró un condominio de esos luminosos en On Nut, a cinco paradas del tren aéreo del centro de la ciudad, donde entra a trabajar cada mañana a las 8. Cuando ella se mudó a su flamante nuevo hogar, yo la felicité y le dije que por fin podría olvidarse del tráfico y disfrutar de los menos de diez minutos que se tarda en ir en BTS de su casa al trabajo. Craso error.

Puung me dijo que ir en tren no era su idea. Que no era conveniente. Tonto de mí, le dije que yo veía muy conveniente esquivar el tráfico. “No lo entiendes, yo tengo toda mi vida dentro de mi coche“, me sorprendió ella. “Si voy en transporte público, ¿dónde me maquillo? ¿Y dónde como el desayuno? Además, tengo toda mi ropa en el coche“. Lo peor del caso es que es verdad.

Actualmente, Puung se levanta a las seis de la mañana. Ya calcula salir de su casa diez minutos antes de las siete, sabe que el escaso trayecto entre On Nut y Asok le lleva más de una hora en ese momento de la mañana. Lo divertido es que a mí, caminando, me cuesta menos de una hora. Voy más rápido que el tráfico, aunque sudo y paso más calor que yendo en coche.

Mi querida amiga no es que adore el tráfico. Es que está acostumbrada a maquillarse en su coche durante el atasco. También a comer. Y es que es normal en Bangkok. Por eso, todos los coches llevan todas las lunas tintadas menos las delanteras. Así puedes tener intimidad en tu coche. Y la gente suele usarlos de armario. En el asiento de atrás de cualquier joven cuelgan chaquetas, pantalones y camisetas. El maletero está destinado a los zapatos y muchas llevan ordenadores y iPads.

 

Tráfico en Bangkok

Otro amigo leyendo la prensa en su lugar favorito. Foto: Hurock24

Las distracciones son varias en los atascos, sobre todo en los cruces centrales que tienen doscientos veintidós segundos de espera ante un semáforo. Los conductores de tuk tuk leen el periódico como en la foto, las chicas prefieren maquillarse, comer lo hacen todos y los más atrevidos se ponen a dormir.

Estos últimos que aprovechan para darse una cabecadita son capaces de dormir sólo los tres minutos y medio para luego despertarse, conducir quince segundos y volverse a dormir. A veces se quedan dormidos y se quedan tirados en mitad de la carretera. El resto de conductores lo esquivan y siguen a la suya en el tráfico.

Se ha conseguido forzar al ciudadano de Bangkok a que haga vida en su coche. A que realmente lo necesite no sólo para transportarse, sino para hacer su rutina diaria. Es como si un día fuésemos al metro no por ir al trabajo, sino para comer en los magníficos restaurantes que han montado bajo tierra.

 

¿Y por qué este tráfico loco?

 

Tráfico en Bangkok

He aquí un semáforo de la muerte con tres dígitos, pensado para tener hasta 222 segundos de espera.

Semáforo en Bangkok Tailandia

En ocho minutos te da tiempo para mucho…

 

La culpa, básicamente, la tiene una pésima ordenación viaria junto a un impulso al sector automovilístico, además de un transporte público muy bonito y moderno pero escaso en líneas.

Las calles están mal hechas en Bangkok. Muy mal hechas. Según un estudio del Bangkok Post, sólo el 7% de las calles están ocupadas por coches en hora punta. ¿Qué es lo que ocurre? Pues que, en Bangkok, el tráfico se ordena en grandes avenidas principales que se cruzan en algún punto. Y el resto de calles no conectan entre sí, así que te obligan a ir por la avenida principal, vayas a donde vayas.

Para los que conozcan Barcelona, es como si el tráfico sólo pudiese ir por Gran Vía, Diagonal, Paseo de Gracia y Balmes. Y que el resto de calles sólo sirviesen para ir a las viviendas o locales, pero no conectasen con el resto. Y eso pasa en Bangkok. Que, vayas donde vayas, siempre has de pasar por la avenida cargada de atascos.

Claro, luego cruzar la calle en zonas céntricas es un cachondeo. Más que nada porque el Gobierno, que prefiere gastarse los fondos públicos en otros asuntos que no sean pasos elevados para cruzar avenidas, opta por simplemente pintar imposibles pasos de peatones que cruzan vías rápidas donde los coches van casi a cien. Y frente a los que -casi nunca- para ningún conductor.

También está el hecho de que el Gobierno necesita del auge de la industria automovilística. Las fábricas de Honda, Nissan, Toyota, Mazda e Isuzu para el Sudeste Asiático están en Tailandia y emplean a muchos tailandeses. Y han de vender muchos coches para que se mantenga el empleo y la inversión nipona en tierra siamesa.

Por eso, el Gobierno siempre favorece la venta de coches nuevos. ¿Cómo? Ofreciendo descuentos en coches y abandonando el transporte público. Sólo así se explica que en el centro de Bangkok haya más coches que gente en todo Singapur.

El caso más complicado fue el del año pasado, cuando el Gobierno ofreció subvenciones de casi la mitad del valor de un coche nuevo si el turismo en cuestión era comprado por un conductor novel y estaba fabricado en Tailandia. El parque automovilístico creció un 30%.

¿Y el transporte público? Pues funciona muy bien, pero se mueve sólo en las dos avenidas principales, Sukhumvit y Ratchada. Y mientras en la administración pública prefieran mantener la industria automovilística, las obras de ampliación van a retrasarse mucho.

 

Lo que puede pasarte si conduces en Bangkok

 

Tráfico en Bangkok

El arroz nuestro de cada día. Foto: Roger Price

Conducir en Bangkok tiene su qué. Primero de todo, que el tráfico va por la izquierda, al estilo inglés, por lo que te sientas en lo que para nosotros es el lugar del acompañante. Más te vale practicar antes de lanzarte por las calles de Bangkok.

Y sí, la primera vez que cojas el coche tienes el riesgo de cargarte el retrovisor izquierdo. Al fin y al cabo, no estás acostumbrado a que haya tanto espacio hacia tu izquierda. Otro fallo muy común es que querrás poner el intermitente y accionarás los limpia parabrisas. Verás qué limpio está el cristal.

Si un tailandés y tú os cruzáis en un callejón que sólo cabe un coche, mejor da marcha atrás. Cuando dos tailandeses se encuentran en un cruce y uno de los dos ha de ceder, ninguno de los dos suele hacerlo. Tampoco se enfadan. Simplemente, esperan que pase algo. Y pueden esperar mucho rato -son budistas, ya sabes, el zen-, así que mejor da la vuelta.

Permiso internacional para conducir

Este cartón de la época franquista te sirve para conducir en Tailandia.

La fe en los seguros a terceros de los coches es una fe ciega. Porque casi todo el mundo tiene uno por lo baratos que son. Si alguna vez conduces el coche nuevo de alguien y una moto se cruza en tu camino, no la esquives aunque vaya a embestirte. El dueño del coche te dirá que si la esquivas, no recibirá el dinero del seguro, así que mejor que el motorista se rompa una pierna por su imprudencia que sufrir un bollo en el capó de su coche.

No necesitas más carné para conducir en Bangkok que el Permiso Internacional español, que vale unos diez euros y necesitas diez minutos en Tráfico para obtenerlo. Es una sábana fea que está en inglés, francés, italiano y portugués. Pero ya es suficiente.

Si te encuentras con la policía pueden pasar varias cosas. A mí, sólo me han pasado las divertidas, que suelen ser unas risas con los agentes y que quieran practicar su inglés. Pero muchos amigos resuelven la papeleta con un billete de 500 bahts por si las moscas…

¿Y los controles de alcoholemia? He aquí una muy divertida. A mí nunca me han hecho de esos, pero sí de registro en busca de drogas. Los controles de tráfico contra el alcoholismo son bastante particulares, porque sirve la picaresca.

“¿Ha bebido usted, caballero?”, suele ser la pregunta del agente. Si le respondes que no -aunque vayas como las cabras- y no balbuceas demasiado, pueden llegar a fiarse de ti. Una amiga llegó a decirme “he tenido que mentirle al agente, me siento mal”. Curioso, la verdad. En el caso de que no quieras mentir, que sepas que el mínimo de alcohol para conducir en Tailandia es 0,50. Y eso es una borrachera considerable. Otra amiga no tuvo suerte y le hicieron soplar. Dio 0,60. Se fue a la cárcel y tuvo que pagar 500 euros para poder salir.

Menos mal que siempre nos quedan los taxis. Pero claro, no hay carril taxi, así que sufren el tráfico y los atascos igual que el resto de conductores. Una pena. Nos tocará ir a pie.

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4 comentarios

  1. Oscar dice:

    Ostia puta!!1 0.50 de alcohol en sangre XDDDDDDDD Y los coches llenos de ropa y gadgets? No les pegan el palo?

  2. Sol dice:

    Si cierras el coche nadie lo abre. Y además, ¿para qué están las lunas tintadas en todo el coche? 😉

  3. Aaron dice:

    Jajaja…… Entre la maquilladera, comer arroz, tuks tuks dormidos y motoristas chateadores, pues joder hombre parece todo un espectáculo.
    Ya entiendo a tu amiga puung así de seguro el trabajo es mucho mas suave…….jajaja
    Tremenda bizarrada el trafico tailandés como para ir y chequear el movimiento, de seguro algo mas pasara allí, hasta alcanza el tiempo para que con vidrios oscuros pueda pasar de repente una follada también…….. Jajaja

  4. Jeisson dice:

    Llevo 2:30 en el atasco con el taxista se
    Debe arrepentir de no haber puesto el taxi metro ?

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