Películas de amor tailandesas con ‘farangs’ de billetera pudiente
El amor entre gentes de redondos ojos y ciudadanos de esta parte del mundo siempre tiene mucho de especial. Quizás sea ese cóctel entre diferencias culturales y líos con la lengua, pero cuando un romance entre tan diferentes gentes gusta al público es porque tiene algo escabroso. Por eso, las historias del corazón que gustan a los occidentales en relación con Tailandia siempre tienen algo en común. El dinero por delante.
Algunos dicen que la culpa es de Tailandia y sus habitantes, quienes lo miden todo con el vil metal y donde las relaciones más que amorosas son comerciales. No estoy de acuerdo. Muchos amoríos entre visitantes al país y mujercitas locales sí suelen ser de compra y venta, pero por cuestiones de oferta y demanda. Quienes buscan a su media naranja en bares donde las prometidas enseñan las peras no encuentran muy fructíferos resultados.
Desde el Oeste, lo que fascina es el hecho de que tanto hombre encuentre el amor en bares donde las señoritas bailan sin ropa. Y se acaba por pensar que una buena mayoría de relaciones entre tailandesas y farangs han nacido al calor de las luces rojas. Por eso, existe un sub-género en las películas de amor en el que se tocan estos temas. Los hombres occidentales que se casan con señoritas que fuman.
Una de las más populares es Soi Cowboy, que se aprovecha de tan comercial nombre para relatar la historia entre un danés de extremo sobrepeso y su novia embarazada de dudosa reputación. A mí se me hizo pesada, por lo que voy a comentar las que me parecieron más entretenidas.
‘Same Same But Different’, el amor junto al sida
No lo voy a negar. Same Same But Different me gusta. Y me sorprendió mucho en el momento en que la vi, si bien no era una historia nueva. La cinta cuenta la historia real de un joven alemán -la película fue producida en tierras germanas- que fue a Camboya de vacaciones y acabó colgado de una jovenzuela que ganaba sus dólares camelándose a la clientela de Heart of Darkness, el más turbio antro de Pnom Pehn para extranjeros.
Hasta aquí no pasaría de historia común que se vive a diario en el Sudeste Asiático si no fuese porque la chica le comunicó a nuestro amigo germano que tenía el VIH cuando él ya estaba de vuelta en su confortable Europa. Y porque el héroe, ni corto ni perezoso, se lió la manta a la cabeza y lo dejó todo por regresar a Camboya y luchar para que ella combatiese la enfermedad.
Está ambientada en Camboya, pero el director se fijó en todos los tópicos tailandeses, que son prácticamente los mismos en el país vecino. Incluso la actriz principal, Apinya Sakuljaroensuk, es tailandesa y desde que apareció en esta cinta logró hacerse un nombre en el celuloide siamés.
Más allá del final feliz de la historia de Benjamin y Sreykeo, se pueden ver todos los clásicos en las relaciones entre una tailandesa de saldo y esquina y un pudiente muchacho de ojos redondos. Los pagos mensuales, la madre que necesita comprar comida y se gasta los euros del muchacho apostando, las hermanas pequeñas, el padre que pide que le construya una casa en el pueblo, las diarreas e incluso lo de comer arañas en los puestos de la calle.
Muy entretenida y aviso para navegantes ante lo que puede ocurrir si aguien se enamora en una discoteca como Heart of Darkness, que vendría a ser como Climax o Spicy en Bangkok. Aunque, claro, todo acaba bien en la historia de nuestro alemán, quien defiende la idea de rescatar a una muchacha de semejantes antros. Sin obviar que él era guapo y joven, mientras que ella era portadora del VIH, claro.
‘Lady Bar’, tópicos entre perdedores en el amor y ganadoras en el colchón
Lady Bar no es una buena película. Si bien Same Same But Different tenía presupuesto, calidad actoral y lograron tejer una trama dinámica y cautivadora, la que ahora nos ocupa no llega a ese nivel. Esta cinta es un telefilm francés de gasto ajustado y metraje recortado que se limita a contar lo que le ocurre a tantos europeos.
¿Qué tiene de bueno? Pues que toca de lleno el tópico del perdedor en el amor que un día aterriza en Tailandia, diciendo no querer saber nada de una mujer local, y que acaba enamorado hasta las trancas de una prostituta cualquiera. En eso acierta de lleno. Se ven a diario en Tailandia a hombres recién llegados, destrozados en el amor y ya con las arrugas de los 40, fascinados por mujeres que les bailan el agua en bares de mala muerte.
La trama se centra en un divorciado francés, despechado por su mujer y en una terrible depresión, que es arrastrado por su mejor amigo a Tailandia. Allí, su compatriota va tras todos los culos de pago que puede, mientras nuestro perdedor se enfada constantemente y llora ante su porvenir. Hasta que, claro, conoce a su media naranja en Pattaya.
Merece la pena darle un vistazo a Lady Bar. Es de las películas de amor que mejor explican lo que le ocurre a tantos hombres occidentales en Tailandia. Y ya sólo por eso se hace interesante, aún con todo lo previsible que es y lo insoportable que es el estereotipado personaje principal.
‘White Buffalo’, una de farangs en Isaan
Dejamos para el final un clásico del que no es la primera vez que hablamos. White Buffalo es una película cien por cien tailandesa que cuenta con humor -y muy mala leche– la peculiar pasión de las mujeres del Isaan rural por los hombres blancos.
La idea de esta película nació de una encuesta nacional que preguntaba a los niños tailandeses qué querían ser de mayores. Los resultados en Isaan fueron cuanto menos peculiares, con los niños que deseaban ser policías -por el dinero extra de la corrupción- y las niñas simplemente casarse con un farang. Y de ahí al cine.
Esta cinta relata la pasión de las jóvenes de Isaan por los hombres blancos, con tópicos que ponen a nuestros representantes como unos pardillos de cuidado. Hasta el título es un juego de palabras, ya que si bien sale un búfalo blanco en la película, lo de titular la cinta “el búfalo blanco” tiene su qué. En más de una ocasión algún personaje tailandés nos llama búfalos. Por eso de no entender su forma de hacer política a base de golpes de Estado, claro.
White Buffalo acaba de una forma un tanto peculiar. Narra la historia de un muchacho de Isaan que regresa al pueblo y ve que todas las mujeres se van con extranjeros, incluida la muchacha que amó en su infancia. Y claro, organiza un plan para reconquistar su territorio.
Es una película cómica que no es muy abusiva con el hombre blanco, pero que hace demasiada coña de lo que se ve a diario entre tailandesas y occidentales. Tanto, que es de las pocas cintas que no han sido subtituladas nunca al inglés de forma oficial. Igual que la saga Naresuan, no le interesa a cierta parte de Siam que veamos qué piensan de nosotros tan abiertamente.
Yo tengo una ligera idea de que piensan de nosotros en Isaan… Viejos, ricos y tontos xD
al tema intenté buscar una vez una película danesa, pero no conseguí encontrar ningun enlace
http://en.wikipedia.org/wiki/Teddy_Bear_(2012_film)
este finde a ver si tengo suerte con las pelis que aquí mencionas 😀
Desconocía esta película danesa del culturista en busca del amor en tan lejanas tierras. La he encontrado facilmente por los medios habituales, te recomiendo busques un torrent para descargar. En Pirate Bay hay un par funcionando, uno de ellos con subtítulos en inglés. Esta semana la veo 🙂
De la misma forma podrás encontrar las otras de las que he hablado aquí. Alguna incluso creo que está en Youtube…
viviendo en Alemania, alguno de los medios habituales aquí es exponerse a una buena crujida, de ahí mi dificultad, pero tras leer el post me he animado y haré un nuevo intento… Por suerte ya tengo activada la cuenta atras para cambiar las tierras centroeuropeas por asiáticas antes de que comience el frio: Tailandia no lo veo claro pero quiero probar cerca (Singapur, Filipinas…)y quien sabe si acabaré hechizado como uno de esos farangs…
Aquí les dejo la pelicula Danesa , se llama Teddy Bears http://gnula.nu/drama/ver-teddy-bear-2012-online/
Tailandia donde todo farang se hace un Rey. jejejejej………Tailandia me hace dudar de la creación que han hecho mis ancestros por mis tierras de origen y cada vez digo puff esto esta en panga. Coño que realidad mas dura he vivido.
jejje…. vi la película francesa el de la derecha quedo enamorado. El otro iba mas de farra.