¿El ‘paraíso’ laboral del Sureste Asiático?

Birmanos trabajadores Mahachai Tailandia

Trabajadores birmanos en el puerto de Mahachai, cerca de Bangkok.

Es muy normal entre extranjeros tildar a Tailandia de paraíso. A los tailandeses, en cambio, les gusta decir que el suelo que pisan y donde trabajan es el país de los hombres libres. Lo que no cuadra es si queremos hacer un silogismo diciendo que Siam es un paraíso de hombres libres en el que trabajar.

Y sin embargo, para elegir un lugar donde vivir, a todos nos seduce la idea de un paraíso. Y teniendo en cuenta que la mayoría de mortales han de trabajar para pagarse el arroz, la idea de buscar un trabajo en un lugar como Tailandia es bastante popular. Desgraciadamente, no siempre es fácil buscarse el arroz por estos lares.

Sobre todo ahora, ya que el Gobierno tailandés se prepara para blindar la entrada al país a partir del 12 de octubre a aquellos que viajan con visado de turista pero se quedan más tiempo que el viajero de paso. Afirman que es para frenar el abuso de los extranjeros que trabajan ilegalmente en su tierra. Curioso momento, cuando hace un par de semanas Tailandia ha entrado en la lista negra estadounidense de países que abusan de la contratación de trabajadores ilegales.

Pero no se refieren en los dominios de la CIA a sus conciudadanos que llegan a Siam sin oficio ni beneficio, pero que acaban con un oficio paralelo para poder beneficiarse, previo pago, a señoritas que bailan en paños menores en barras americanas. Desde luego que no se referían a ese tipo de trabajadores los de Barack Obama.

Porque si bien el Gobierno tailandés se llena la boca al decir a su pueblo que van a cerrar el grifo a los occidentales ya que “hacen daño al pueblo tailandés” al robar oportunidades a sus semejantes, bajo mano los hijos de Siam prefieren dar oportunidades a otros pueblos como el birmano o el camboyano. Haciéndoles trabajar en los peores lugares por algo más de tres euros al día. Y es por eso -y no por los profesores de inglés sin papeles- que Estados Unidos ha metido a Tailandia en su lista negra de países que no combaten el tráfico de personas.

 

Un ‘hub’ también de mano de obra sin papeles

 

Niño trabajando en Tailandia Mahachai

Un niño moviendo un cubo de pescado en Mahachai, donde no muchos tailandeses trabajan con el género que llega del mar. Foto: Irrawadi.

Suele ocurrir cuando en un mismo territorio existe un país con una posición dominante a nivel económico. Tailandia tiene más oportunidades y es más próspero que Camboya, Birmania o Laos, lo que moviliza a grandes cantidades de sus gentes hacia Siam en busca de un futuro mejor. Muchos lo consiguen. Otros, simplemente, trabajan sin papeles.

Para nosotros, sobre todo recién llegados, es algo que no se ve. Sólo cuando llevas un tiempo empiezas a notar algo raro en esa chica que te trae el hielo y los vasos en tu puesto de comida favorito. O cuando empiezas a dominar el idioma y no te entiendes con un dependiente. El hecho de que fábricas, bares u otros servicios estén llenos de trabajadores inmigrantes es algo que, al principio, no te das cuenta.

El asunto es que la idea general es que en Tailandia la mano de obra es barata. Pero no lo es tanto, mientras que lo que sí está a precios de risa es lo que desarrolla la competencia. Además, los salarios han subido un 50% desde 2010, según la Oficina Nacional de Estadística. El precio mínimo que se le ha de pagar a un trabajador es de 300 bahts por día. Unos siete euros a jornada completa.

Uno de los casos más flagrantes es el de los empleados portuarios que trabajan la pesca. Por ejemplo en Mahachai, el puerto y centro logístico más cercano a Bangkok de donde proceden pescados, atunes, gambas y marisco. Hace un mes me di una vuelta por allí cuando llegan los barcos, a las cuatro de la madrugada. Y no era normal ver a tailandeses allí. Las mujeres llevaban la cara embadurnada de tánaka, la pasta que usan en Birmania, y los hombres masticaban la nuez de betel que apasiona al pueblo birmano.

Que no cobran los 300 bahts los birmanos que trabajan el pescado y que no están asegurados es algo que pocos dudan. Pero nadie se acerca allí a solventar el problema. Porque, claro, a todo el mundo le gusta comer marisco por cinco euros. A cambio del trato que se le da a los trabajadores en alta mar.

Thai Union Mahachai Sealect

La entrada de mercancías de la Thai Union Manufacturing, fábrica de la marca de atún enlatado más vendida del mundo, Sealect. En ese anuncio ofrecen trabajo legalizado a 400 o 500 bahts de salario por día.

Precisamente, en los días en los que yo preparé mi reportaje en Mahachai -no relacionado con el trabajo ilegal, pero sí con la producción de pesca en Tailandia- en The Guardian elaboraban un notable artículo sobre las duras condiciones que imponen a los trabajadores ilegales en el puerto siamés. Y desde que el país ha entrado en la lista negra estadounidense, la televisión local emite constantemente imágenes de los birmanos de Mahachai. Pero nadie va a investigar lo que allí ocurre.

Todo para poder competir en un mercado global. La marca más grande de atún del mundo, Sealect, es tailandesa y tiene fábrica en Mahachai, donde sí pagan salarios legales, como se ve en la foto de arriba. Pero es un secreto la forma en que pescan el atún y nadie sabe cómo operan los pesqueros.

Sólo un 2% de su producción de Sealect se queda en el país y venden mayoritariamente en América. En Tailandia el atún no es popular, si bien la marca se granjeó buena fama con el spot publicitario que hay bajo estas líneas. Ahora quieren entrar en Europa sin pagar tasas, lo que aterra a los productores españoles, ya que sus costes de producción son inevitablemente menores.

 

El problema del trabajo ilegal no es exclusivo del trabajo portuario. Es evidente en cualquier situación. Una amiga íntima tailandesa pero de origen chino se dedica a llevar el negocio familiar que ha enriquecido a su familia. Se trata de una fábrica de ropa en Bangkok. El casi centenar de los trabajadores que emplea son birmanos y camboyanos. Todos ellos sin papeles.

“Es lo normal en Tailandia, los tailandeses somos muy vagos, no queremos trabajar mucho y siempre nos escaqueamos”. Esa es su excusa. Por supuesto, a cambio de los 150 bahts por día que paga a sus empleados, tres euros y medio, tampoco se puede pedir mucho. ¿Cómo es posible que lleve tantos años dedicándose a ello sin que le hayan parado los pies? La corrupción.

Su familia paga a la policía local para que hagan la vista gorda. Y luego convencen a sus trabajadores de que no abandonen el barrio donde está la fábrica, ya que la policía de otros lugares de la ciudad no está untada y podría arrestarlos.

En muchos casos, esta fórmula es la única vía posible para mantener muchos de los negocios tailandeses. Si mi amiga tuviese que pagar salarios reales y cobrar lo que pide por la ropa, los números no saldrían. Es la pescadilla que se muerde la cola.

No en vano, un muy buen amigo me comenta lo mismo. En la fábrica que dirige se rompe los cuernos para tener beneficios, y siempre comenta que si dejase de pagar salarios legales se harían ricos. Pero, claro, su empresa está pagada por capital occidental y dirigida por hombres y mujeres de ojos redondos, y a nosotros sí que nos vigilan con mayor ahínco.

 

¿Y qué hay de los extranjeros sin papeles?

 

Visa Run en Tailandia

El clásico viaje de barato para conseguir un visado y hacerse unas cervezas en el camino.

Especial celo tiene el Gobierno tailandés en frenar el trabajo sin papeles entre los occidentales. Tienen su derecho y es completamente lógico. Si bien la gran cantidad de extranjeros sin permiso laboral que hay en el país se debe a las dificultades por acceder a un mercado laboral cerrado, aunque no sea excusa.

Para que un occidental trabaje en Tailandia, necesita un permiso de trabajo por el que la empresa que le contrate le pague mínimo unos 1.200 euros. Si bien hay chanchullos para pagar menos, ese es el primer requisito. Tras ello, la empresa que contrate a un extranjero ha de contratar a cuatro tailandeses para compensar. Y además pagar las tasas correspondientes.

Eso logra que no se contraten extranjeros en Tailandia a menos que sea estrictamente necesario. Y plantea problemas para quienes requieren a alguien foráneo pero no tienen ese capital. ¿Solución chapucera? Trabajadores sin papeles. Una buena  mayoría de profesores de inglés está en esas condiciones. Cobrando en sobre y figurando legalmente como turistas.

Por ello, el próximo 12 de agosto, las autoridades bloquearán el acceso al país a muchos extranjeros que intenten acceder al país en Visa Run. ¿El motivo? Acabar con los trabajadores ilegales que, en muchos casos, salen del país unas horas o como mucho una noche para volver a entrar como turistas.

Este próximo bloqueo se debe mayoritariamente al abuso que se ha provocado de este vacío legal dos nacionalidades particularmente: rusos y coreanos. Ambos pueden entrar a Siam sin visado y permanecer hasta 90 días. Tras eso, con cruzar cualquier frontera regresan con otros tres meses de estancia. Algunos llevan años haciendo eso. Es más, ambos grupos están en lugares de cara al público como son restaurantes, donde está prohibido por Ley que extranjeros trabajen. Un camarero siempre ha de ser tailandés.

Actualmente, no se sabe cómo se va a aplicar este bloqueo al Visa Run. Y es que no afectará sólo a quienes trabajan sin papeles. Sino también a quienes viven en el país y tienen ingresos desde otro lugar. Aunque no trabajen, están amenazados de igual forma.

¿Cómo se plantea la aplicación de la clausura al Visa Run? No se sabe. La Ley es vaga, ya que sólo avisa que se prohibirá la entrada a quienes busquen un visado entrando y saliendo del país. No se dice qué número de veces puede hacerse esta práctica, tampoco cuántos días se espera estar fuera de Tailandia. Nada.

Sin duda, lo que intenta el Gobierno tailandés es dejar en manos de sus agentes de inmigración la decisión de quién entra y quién no. Factores como el número de visados, la apariencia o el lugar desde donde se proceda serán los que se valoren.

Por ejemplo, quienes se quedan 30 días en el país y luego salen por tierra hacia Laos o Camboya, para volver a entrar al cabo de una hora, seguramente verán bloqueada su entrada a Tailandia. Quienes cada tres meses salen una noche a Laos por carretera para hacer un visado de tres meses también tienen todos los números para ser expulsados.

¿Qué ocurrirá con aquellos que salen y entran del país a menudo? Mi opinión es que quienes están unos 20 días y luego salen cinco o seis no se verán afectados. Pero es sólo mi suposición.

Como recomendación personal es que quienes vayan a probar suerte intenten pasar el máximo tiempo fuera de Tailandia. Al fin y al cabo, si no estás trabajando, ¿qué mejor que quedarte unos días de visita en cualquier país? Y que al regresar a Tailandia lleven 20.000 bahts en efectivo, ya que es uno de los requisitos de entrada a Siam, aunque nunca se hable de ellos. Poder mostrar un billete de regreso a España también ayudaría notablemente.

Porque para más de uno, el paraíso laboral puede dejar de serlo muy pronto. Hasta que el país caiga en una crisis y necesiten una inyección de dinero procedente de farangland.

 

3 (60%) 1 voto

También te puede interesar...

6 comentarios

  1. brain dice:

    Pues espero que sepas como esquivar el asunto, porque a ti te afecta de pleno no? Personalmente, e independientemente del pais, para mi es un problema que los paises te exijan un trabajo. Hay gente que trabajamos por internet y no necesitamos tener una nomina a donde vamos… :S Lo de los 20000 baths ( casi 500€ ) es la parte facil 🙂

    • Veremos qué pasa. Yo viajo mucho y nunca agoto los visados. A mí me gusta tener Bangkok como un hub donde ir a otros países, y me suelo ir al menos una semana. También suelo ir algún tiempo a España, pero claro, veremos qué ocurre. En agosto iré a Vietnam y tengo el billete de vuelta para el 13 de agosto, un día más tarde. Y en septiembre me iré un mes a España. Así que ya contaré cómo va el periplo 🙂

  2. brain dice:

    Me acabo de acordar ahora que hablas de peces, que hace unos años hubo lio en España con ciertos pescados que venian de piscifactorias de alli y paises colindantes, por el tema del exceso de mercurio. Al final que habia de cierto en todo eso? Yo deje de comer panga por la duda y la poca informacion que daba el ministerio en España. Cosa tipica de aqui, como ahora con lo del Ebola…

    • Pues de eso en concreto no puedo comentarte mucho. Aquí hay normativas, pero mucho menos férreas que las de la Unión Europea. Si no, sería imposible que el país avanzase. Aunque el problema no es la escasa normativa, sino que muchas veces la corrupción posibilita que algunos se salten toda obligación…

      En España la corrupción es rampante en las altas esferas, pero no es normal que alguien mire hacia otro lado a cambio de cinco euros. En el Sureste Asiático todo es corruptible. Desde un funcionario de tesorería hasta cualquier policía, pasando por cualquier estrato social.

  3. Aaron dice:

    Esa publicidad esta muy buena. En mi país venden tuna Tailandesa, asi también como algunos refrescos son muy buenos los productos Tailandeses. El precio es un poco alto, en Tailandia quizás por tener dólares me costarían mas baratos.

    Una pregunta Luis, a los trabajadores Tailandeses se les paga por día.
    Como hace tu amigo en la fabrica para tener beneficios y que tipo de beneficios uno puede obtener en el País de Siam.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *