Jerarquías, extranjeros y el lío de Koh Tao
Yo nunca le llevé una manzana a la maestra. Tampoco cantábamos himnos en la escuela ni levantábamos banderas. A la profesora la llamábamos cariñosamente seño y la queríamos mucho, pero no recuerdo que le agradeciésemos su labor a diario. Estábamos por otros asuntos, como las canicas o las peonzas.
Nuestra escuela de estar por casa hubiera sacado los colores a un tailandés cualquiera, tan acostumbrados al respeto extremo. Hasta le hubiera podido parecer libertinaje, cuando ante más íntimos asuntos se sonrojan menos.
Quizás sea porque nunca han tenido a una maestra que les hablase del medievo y su sociedad estamental como lo hacía nuestra seño. En la escuela siempre se esforzaban en recordarnos que la era de la nobleza y sus privilegios se había acabado y que todos somos iguales ahora ante la Ley.
Vale, podemos discutir si realmente somos iguales, pero al menos se intenta ofrecer ese discurso. En Tailandia, al contrario. Porque a los niños tailandeses sí que se les educa en jerarquía y en nobleza. Si bien no se habla de beneficios por Ley como en el medievo, los cargos al estilo de los títulos nobiliarios aún existen.
La jerarquía puede medirse de muchas maneras. Por nacimiento, por haberse enriquecido o por posiciones sociales. Políticos y militares tienen clases sociales propias. Los empresarios, en muchas ocasiones, también. Y el dinero puede hacer que alguien cambie de escala, aunque si cumple unos requisitos de pedigrí. Hasta entre hermanos y familiares hay rangos jerárquicos.
Cuando en Tailandia afirman ser muy respetuosos, normalmente se refieren a que obedecen las jerarquías. Al extremo. No todas las vidas valen lo mismo, y entre los que mandan eso lo tienen grabado a fuego. Incluso la mujer que se casa con un militar pasa a ser llamada khun ying (คุณหญิง) y espera ser tratada con un respeto del que antes no gozaba. A las que, en cambio, se casan con extranjeros les ponen el rango a veces despectivo de madame.
Mientras Occidente intenta -con mayor o menor fortuna- que la Ley esté por encima de todo y que policías o jueces sean un instrumento, en Tailandia es al revés. Las leyes se las saltan, tanto militares como los cuerpos policiales, y hacen y deshacen según mejor les parece.
Siempre en favor de esas jerarquías que tan claras tienen. Y sin que guste lo de cuestionar la autoridad.
En esas jerarquías, el nacionalismo es el primer escalón. Desde niños, a los tailandeses se les enseña a estar orgullosos de su nación. Se les justifica que están por encima de otros pueblos, para que luego no tengan pudor a pasar por encima de quienes no nacieron en la tierra de los hombres libres.
A un extranjero con dinero se le respeta muchísimo más que a aquel que viene con lo puesto. Y ambos son más importantes que el tipo que llega de Birmania o Camboya buscando un empleo. Pero los de fuera no somos tailandeses y, ante las autoridades, importamos poco.
Es algo que, para muchos, ha quedado claro con la resolución del crimen ocurrido en Tailandia más mediático a nivel global, el asesinato en Koh Tao de los británicos Hannah Witheridge y David Miller. Una historia que ha traído cola y que militares y policía resolvieron de una manera muy cuestionada.
Para cerrar un caso que afecta notablemente al turismo en una de las islas más turísticas del país, Tailandia sentenció a muerte a dos inmigrantes birmanos el 24 de diciembre. Sin pruebas contundentes, con exámenes de ADN que confirmaban que en el arma homicida habían restos de otra persona y sin aprobación pública. ¿Culpables los birmanos? No lo sabemos y tampoco da esa impresión. Con argumentos cogidos con pinzas se manda asesinar a dos personas.
Muchas voces críticas apuntan a que lo que querían en Koh Tao era olvidarse de la muerte de dos extranjeros -poco importantes en Tailandia- y endosarle la responsabilidad a un par de trabajadores también de fuera.
Sin embargo, la policía y el Gobierno militar siguen sin darse cuenta de un detalle capital: Vivimos en un mundo global donde las redes sociales fiscalizan todo. Y en lugar de tapar el asunto, se le ha dado más importancia con tan nefasta gestión.
Las jerarquías en el caso de Koh Tao
Se ha hablado mucho (muchísimo) de los asesinatos de Koh Tao. No sólo del caso de David y Hanna, sino también de los numerosos casos de chavales jóvenes que han muerto en extrañas circunstancias en la isla. El último de ellos, hace escasos días. Otro turista inglés.
Y cuanto peor pinta todo, más inflexible es el Gobierno tailandés. Ellos insisten en que la sentencia por los asesinatos de David y Hanna es justa y que la investigación fue perfecta. Obviamente, si hay fallos no los van a reconocer. Sobre todo cuando ellos están en lo más alto de la sociedad tailandesa, en una de las posiciones jerárquicas más elevadas.
Los de arriba no han de dar explicaciones, y por eso se molestan cuando internacionalmente seguimos dando la matraca con lo mismo. Tienen tan asimilada su posición de superioridad que incluso se molestan cuando saltan chispas con las declaraciones de Laura Witheridge, la hermana de Hanna.
La joven ha querido hablar públicamente en su perfil de Facebook y ha detallado algunas de las perlas con las que los oficiales tailandeses la obsequiaron. Según denunció Laura, los agentes, molestos, no se cortaron un pelo y andaron escasos de formas.
“¿Por qué estás aquí? ¿Qué te importa? Ella está muerta ya”, explica que le dijeron los altos mandos, además de “¿por qué te molesta tanto, vete a casa y haz otra”. El tacto estaría de vacaciones cuando trataron con la muchacha, que también denunció que la persiguen y que ha recibido amenazas de muerte. Además de intentos de soborno por parte de la policía. Siempre según su versión.
La respuesta de los altos mandos policiales no se ha hecho esperar. Están investigando las palabras de Laura Witheridge para ver si es posible denunciarla. Un ejemplo de tacto con quien ha perdido a una hermana.
Siempre se ha dicho que a los tailandeses les importa un comino lo que piensen en el extranjero de ellos. Desde luego, los que mandan piensan así. Pero el mundo global e Internet les está haciendo mucho daño. Hasta el grupo de hackers Anonymous se ha puesto manos a la obra y ha cerrado varias páginas institucionales tailandesas. Además de ofrecer este resumen del caso de Koh Tao:
El gobierno militar de Prayuth Chan-ocha está sufriendo más de lo que esperaban. No sólo por la crisis económica, sino porque son de la vieja escuela. No se dan cuenta que el país está cambiando y que la facilidad de la información da esperanzas a gente que antes era anónima.
No todo el mundo en Tailandia cree con fiereza en las jerarquías. Muchos las respetan y las aceptan por inercia, pero cada vez son más quienes cuestionan a la autoridad y piden respuestas. Vale que cuando los militares plantearon cerrar Facebook la negativa de la población fue más para defender el selfie que la libertad de expresión. Pero también hay gente contraria a este poder establecido.
Igual que muchas clases medias en Bangkok y otros profesionales tailandeses relacionan el derrumbe de la inversión extranjera o el veto a los productos tailandeses en Occidente con la situación política. Ya no sirve pensar que en Tailandia pueden hacer y deshacer a su gusto. Y es que los beneficios jerárquicos pueden llegar a tambalearse.
¿Quién sabe? Quizás en un futuro alguna seño hablará de las sociedades estamentales como algo del pasado también en Siam. Falta mucho y el caso de Koh Tao lo deja claro -a la mayoría de tailandeses les ha dado igual que se haya sentenciado a muerte a dos personas-, ya que el asunto no iba con ellos. Pero algo está cambiando.
Nota: Para leer profundamente sobre las jerarquías y escalones sociales en Tailandia, me pasaron hace tiempo este artículo escrito en español donde se detallaba a fondo la situación. No conozco al autor, pero recomiendo el texto. Y en inglés aquí hay un documento también bastante completo.
Hola, soy Pablo, autor del blog del artículo que mencionas al final. Viví 4 años en Isaan y me empapé bastante con la cultura y leí bastante sobre historia de Tailandia.
Quería comentar que por ese artículo recibí muchísimos comentarios negativos de tailandeses realistas en España y Tailandia (incluso amenazas). Es un poco deprimente ver como cada vez que uno da argumentos y razones, lo único que recibe a cambio es un continuo “si no te gusta vete a tu país”. Precisamente uno escribe porque le gusta el país y quiere que mejore… Al final, las jerarquías son una fuente constante de injusticia en el país.
Me alegra ver que el artículo se sigue leyendo. Saludos cordiales.
Hola Pablo. Has dicho algo muy importante: Nos gusta el país y queremos que vaya a mejor. A mí, por ejemplo, no me sirve eso de “no van a mejorar nunca, eso es lo que quieren”. Es una pena lo de esas amenazas, bastante habitual cuando se cabrean los que mandan.
Un saludo. Y sí, tu artículo se lee. A mí me lo enlazó hace muy poco alguien que lleva muchos años en este país y que habla el idioma.
La verdad es que este lado tan oscuro de Tailandia asusta, y mucho. Después de leerlo te queda la sensación de que es un desastre de país. Y en muchos aspectos lo es, como tantos otros países subdesarrollados. Pero sí, además de resaltar las realidades hay que fijarse en las cosas buenas para impulsarnos a defenderlas.
Felicidades por el artículo!
Lo de saludar a la bandera parece que se está poniendo de moda por toda Asia últimamente. Aquí en Japón el gobierno va a obligar por ley a niños y profesores a ponerse en pie cuando suene el himno nacional en las escuelas. Como en 1941, básicamente. Se ve que la gente no aprende de su propia historia… Miedo me da cómo puede terminar esto en un par de décadas.
Solo quiero felicitar a Luis y de rebote a Pablo por su gran trabajo, llevo 8 años viviendo en Tailandia y cuando pasas de ser un turista de 2 semanas a ser un vecino invisible para ellos descubres que tras las sonrisas hay muchas sombras, pero que por algún motivo este país atrapa , de nuevo enhorabuena !!
Eso es tu opinión o situación personal. En mi vecindario mis vecinos me reclaman hablar con ellos y gustan de invitar a cruzar el umbral de sus casas.
Realmente este caso es de tomar en cuenta, es bastante serio. Creo que la jerarquía política es un problema a nivel mundial. En mi país, si un hijo de un ricachón comete un delito grave muchos salen por la puerta de atrás y no van a la cárcel, el hijo del campesino va directo a la cárcel. En el gobierno pasado se a intentado hacer algo diferente tratando de meter a políticos que han robado y darles casa por cárcel a algunos, al final todo este show, se hicieron obras en el país, pero fue una gran robadera y lavado de dinero existió en todo este desarrollo. Creo que la respuesta del gobierno de Tailandia no es buena y parece que falta mas investigación, una vez mas la jerarquía política es un gran problema. Todos los que amamos este país desearemos que mejore y esperemos que un futuro sea así. El problema quizás es que todos los países asiáticos tiene una tendencia comunista y este es un sistema político que no es muy abierto a dar explicaciones. Ya sabemos que China los grupos pacifista como Falun gong son perseguidos y muchas veces encarcelados. Realmente un país como Tailandia que goza de muchas bellezas naturales y atrae mucho turismo una fuente importante en la economía Siamesa. Debería brindar mas seguridad para el turismo, creo que ellos reconocen esta fuente importante de ingresos, por lo tanto un gobierno inteligente debería dar mejores respuestas, pero muchas veces creo que un país bastante pobre carece de recursos y mas cuando la jerarquía pasa de generación en generación para solo un grupo de personas, creo que importa mas llenarse los bolsillos. Al final es una prueba de que la policía Tailandesa carece de recursos en un país que no esta muy desarrollado en muchas de sus áreas. Creo que casos como estos no solo pasan en Tailandia, si alguien ha visto alguna vez el programa gringo – Unsolved Mysteries- pues aquí verán casos donde no hay ni pistas por donde empezar y ningún caso se ha resuelto. Al Final Espero todo se resuelva para bien de todos.
Gran articulo Luis! Da gusto leerte!!
Oscar cuanto has dicho en 4 lineas…
“Cuando pasas de ser un turista de dos semanas a ser un vecino invisible para ellos descubres que tras las sonrisas hay muchas sombras, pero por algun motivo este pais atrapa..”
Hola Luis.
Muchas gracias por tu blog, es un placer poco habitual encontar, una persona que reúna altruismo,frescura y criterio propio en el trato con los demás y tu lo haces con la información que ofreces y el trato que das a los que te preguntan.
Me siento incómodo diciéndote esto Luis y me disculparás por hacerlo por mi tranquilidad. No te metas en esos temas por que acabarán perjudicándote en lo profesional y lo personal o más vulgarmente, no hables de sogas en casa de ahorcado.
Yo creó que a nadie se le escapa las causas que hacen que una sociedad sea de una manera u otra y consecuentemente los efectos que eso origina y quien los padece.
Todos nos vendemos de una manera u otra. Te acuerdas de la España de chiringuitos,paella,boina y botijo, la de los toreros,militares y curasmiseria social y cultural?
Pues fue en esas condiciones nuestras, donde vieron y ven el aliciente “ya no es igual” los millones de turistas “y algun generalisimo y últimamente mafioso huido de su pais” que durante decenios acabaron por convertirnos en la primera potencial mundial como destino de vacaciones.
Ya ves que en lo esencial somos tremendamente parecidos los pueblos y conociendo bien el tuyo como yo creó que lo conoces, sobran las palabras, sobre todo las mías que menuda brasa te e dao.
En hora buena por tu blog y no le perdones a la felicidad ni un segundo.
Un abrazo.
Releía los artículos de Pablo y me preguntaba qué habrá sido de él,si seguirá en Siam, si ya se habrá cansado…. Y me he encontrado a mí mismo sumido en una penosa reflexión sobre el inexorable paso del tiempo, las oportunidades pérdidas y el fracaso que supone no haberse arriesgado. Qué razón tienes, Maestro, cuando dices que para que alguien nos recuerde, antes debemos tener tenido una vida que haya merecido la pena vivirla….