De hacerse rico con el ‘happy ending’ a político anti-corrupción

Por las redes sociales corre un montaje comparando a Chuwit con Machete, el héroe mexicano de Robert Rodríguez.

En Tailandia hay mucha corrupción. Muchísima. Las discotecas deberían cerrar a las dos de la madrugada, pero hay antros a patadas que acaban cuando sale el sol. Por no hablar de que la prostitución es ilegal en Siam y para muchos los mayores burdeles del mundo están aquí. Y eso no hay político que lo combata.

Sólo un hombre se pone al frente de la lucha contra la corrupción. El único político que dice hacer de la lucha contra el abuso policial su máxima. ¿Y cómo piensa hacerlo? Aplicando su experiencia en pagar las corruptelas de la policía con los que fueron sus negocios. Las más grandes casas de masaje con final feliz de Bangkok.

Su nombre es Chuwit Kamolsivit, pero todo el mundo lo conoce sólo por Chuwit. Un hombre que empezó de cero y se dedicó al dinero rápido, las casas de masaje en el barrio de Ratchada. Casas de masaje con final feliz. Aunque él siempre ha dicho que no se dedicaba al sexo, que sólo ofrece servicios de baño y masaje. Pero yo animo a cualquiera a que se dé una vuelta por las casas de masaje de Ratchada. Lo que le masajean a uno es la sin hueso y le masajean más la cartera.

Tras diez años en el negocio y un paso por la cárcel al negarse a pagar la mordida a la policía, Chuwit decidió hace ya diez años que a lo que quería dedicarse era a la política. A ser gobernador de Bangkok. Y que haría de su máxima la lucha contra la corrupción.

Empezó a vender la retahíla de locales para masaje con final feliz para financiar su carrera de político. Tras haber empleado a unas 20.000 mujeres en paños menores en esto del baño y el masaje, se deshizo de sus negocios. Aunque nunca dejó de visitar a las chicas de sus locales. Muchas de ellas le adoran, claro.

Yo descubrí al bueno de Chuwit en 2011 cuando se presentó para las elecciones generales, aún con pocas opciones de ganar. A los extranjeros nos suele gustar. Aunque sea sólo por ser un freak. Habla de acabar con la corrupción y de abrir las discotecas hasta tarde, ¿cómo no va a gustarnos?

El pasado año volvió a lo que realmente le motiva, intentar hacerse con el sillón más alto en Bangkok. Pero viendo que no lo logra, este divorciado de mujer americana e hija Net Idol en Estados Unidos lo intentó también en las elecciones del pasado domingo. Mientras rojos y amarillos siguen a lo suyo, Chuwit busca su lugar.

Un político contra la corrupción en los bares de la carne

Aquí tenemos al bueno de Chuwit visitando a las chicas de Pat Pong. Foto: Dario Pignatelli.

“Lo que me ha hecho rico son las casas de masaje y de baños. Yo no ofrezco sexo. Lo que pase más allá de lo que ofrezco, no es mi asunto“. Esas eran sus declaraciones. Pero se hizo rico con todo eso de los masajes que, curiosamente, valían tres o cuatro veces el precio de un masaje profesional.

Ahora, claro, hace campaña con lo suyo. Las chicas. En las pasadas elecciones para Bangkok se metió en lo más sucio de la ciudad, el distrito de las luces rojas de Pat Pong. Allí nuestro político favorito pidió el voto a las chicas. Todas le adoran.

¿Y por qué quieren a este buen hombre? Primero, porque mientras el Gobierno quiere restringir los horarios de fiesta, Chuwit quiere aumentar el horario de apertura de bares y discotecas. Y luego porque quiere luchar contra la corrupción en los locales de muchachas.

Experiencia tiene. Sabe mucho este político de que le saquen el dinero. “Estoy harto de la corrupción. He pagado hasta ahora, ya no”. De vez en cuando la policía le pega una paliza. O le buscan la cara, como el pasado domingo cuando fue a votar. Pero él sigue adelante para demostrar que un empresario del mundo de la paja camuflada en masaje también puede ser político en Tailandia.